Emilio Cecchini, el infectólogo de excelencia que hizo escuela
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2023 | 03:47

La rambla de la calle 14 entre 65 y 66, frente al Hospital de Niños Sor María Ludovica, por disposición del Concejo Deliberante platense, lleva el nombre del Dr. Emilio Cecchini, quien en vida fuera declarado Ciudadano ilustre de la Plata, y Ciudadano Ilustre Post Mortem de nuestra provincia.
Médico, docente y científico investigador, Cecchini fue un gran maestro de la medicina en el campo de la infectología, y el Hospital de Niños local lo tuvo como una de sus figuras consulares, no sólo por la labor que realizó a lo largo de su dilatada trayectoria profesional, sino también por el magnífico legado de conocimientos que dejó.
Obtuvo trece premios nacionales e internacionales de gran importancia, presentó más de 120 artículos científicos en publicaciones especializadas en infectología y 142 trabajos de investigación en numerosos congresos.
Además, escribió siete libros científicos y dos de ficción (“Sergio y el otro” y “El muñeco de cristal”).
Por otra parte, fue jefe de Infectología del Hospital de Niños, del Centro Oncológico de Excelencia y fundador y presidente de la Sociedad de Infectología de La Plata.
También fue profesor titular de Enfermedades Infecciosas de la facultad de Medicina de la UNLP, titular de Epidemiología; profesor nacional de la Escuela de Graduados de la Asociación Médica Argentina; y director del Instituto Universitario de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata
Cecchini fue declarado “Maestro de la medicina” por la Sociedad Médica de La Plata, y posteriormente, el Consejo Superior del Colegio de Médicos bonaerense lo destacó con la misma distinción.
CÁLIDO Y SENCILLO
Pero todos esos logros científicos y los múltiples y magníficos aportes hechos en el campo de la infectología, nada dicen de la calidad y sencilla personalidad de un hombre que, por sobre todas las cosas, fue a todas luces un gran humanista.
Creía en la iniciativa personal volcada al trabajo en equipo para el logro de avances científicos que estuvieran al alcance de todos y de ahí, sus décadas de labor ininterrumpidas en el Hospital de Niños.
A su actividad profesional le añadía rasgos que enriquecieron su personalidad como su afición a la música, a la lectura, y su pasión turística por destinos exóticos como en regiones de África y de la selva amazónica.
Nació el 25 de enero de 1928 en Ciudadela, pero de muy niño su familia se trasladó a nuestra ciudad, concretamente al barrio de Tolosa, en el que Cecchini viviría toda su vida y en donde falleció el 5 de junio de 2014.
Desde niño fue un ferviente amante de la música; cuando terminó el ciclo secundario en el Colegio Nacional, pensaba estudiar dirección orquestal en Bellas Artes, pero finalmente ingresó a la facultad de Medicina y no bien concluyó su carrera en esta casa de estudios, inició su especialización en pediatría en el Hospital Sor María Ludovica.
En ese centro asistencial se volcó de lleno a desarrollar tratamientos terapéuticos para los pequeños que se encontraban internados en terapia intensiva con cuadros infecciosos.
Poco tardó Cecchini en llevar sus aportes a la infectología infantil a un plano general de la especialidad en pacientes de todo tipo, hasta convertirse en uno de los más relevantes especialistas del país y Sudamérica.
Fue un consultor permanente de EL DIA, siempre respondiendo con amabilidad y detalladamente acerca de las notas que se le hacían sobre temas de su especialidad.
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