La pandemia también impactó en los alquileres de oficinas

El avance del “home office”, sumado a la tendencia de alquilar grandes propiedades para convertir los ambientes en diferentes oficinas, hace que en La Plata haya caído de manera considerable la demanda de las oficinas como las que por décadas funcionaron en tradicionales edificios de la Ciudad. En las inmobiliarias se reconoce que hay más demanda que hace dos años, pero aún así hay mucha disponibilidad.

La martillera Mirta Libera, al igual que muchos de sus colegas, asegura que la pandemia marcó un antes y un después en los alquileres de oficinas.

“Incluso, en el rubro inmobiliario a veces se utilizan oficinas pequeñas que se comparten para reducir los gastos y los costos de mantenimiento”, indica la profesional para resaltar una de las consecuencias de la pandemia y de la crisis económica.

Es que según la nueva dinámica de trabajo, hay espacios en los que puede alternarse la presencialidad con el home office y eso permite redistribuir las actividades por horas y por días.

“Se buscan alternativas más económicas porque se hace complicado sostener el gasto de los espacios, entre los que están los servicios; incluso con el trabajo remoto hasta está la ventaja de que se ahorran los gastos del desplazamiento, del transporte”, apunta Libera.

En la misma línea, Estela Valverde, al frente de otra inmobiliaria local, afirma que en materia de alquileres de oficinas hay mucha oferta y poca demanda.

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“Se nos siguen desocupando las oficinas, los profesionales buscan propiedades grandes porque les resulta más económico. En las de cinco o seis ambientes arman consultorios o estudios y se evitan, por ejemplo, el gasto de las expensas”, agrega Valverde y confirma que no hay demanda de alquiler de oficinas individuales.

El martillero Santiago Mamberto indica que los cambios laborales y su incidencia en el mercado de alquileres son similares a los de la capital federal, pero en distintas proporciones. “A partir de la pandemia hay menos presencia en oficinas, con reuniones programadas y mucho home office. Por eso, hubo mucha reubicación de espacios”, concluye.

Con algo más de optimismo, Ramón Penayo, dueño de otra inmobiliaria de La Plata, sostiene que en los últimos tiempos vuelven a alquilarse algunas oficinas, pero un alto porcentaje de actividades mantiene el trabajo remoto que puede prescindir de esos espacios.

“Por ejemplo, en mi actividad, trabajo con una ingeniera en sistemas que hace el soporte de la página web desde la ciudad de Vedia; ella también trabaja para una firma automotriz muy importante que hace muchas tareas desde una oficina”, dice el martillero.

A su juicio, muchas modalidades de trabajo evolucionaron rápidamente por efecto de la pandemia y por la necesidad de hacer las tareas de manera remota.

“Yo también soy perito de la Corte, los expedientes de antes no existen más, ahora se ingresa mediante una mesa de entrada virtual, eso hace que el trabajo se pueda hacer desde cualquier lugar”, sostiene.

Los martilleros remarcan que la virtualidad permite ahorrar costos y, si los empleados trabajan desde su casa, no necesitan alquilar oficinas.

Aunque haya mayor presencialidad, muchas actividades pueden hacerse prescindiendo de las oficinas, como por ejemplo, liquidar sueldos, ofrecer servicios o vender distintos artículos.

“Las mayores consultas en materia inmobiliaria las recibimos entre las 17 y las 22, cuando la gente termina la jornada laboral y llega a su casa; entonces ya no es necesario mantener abierta una oficina entre las 8 y las 16 o hasta las 19, como hacíamos antes”, ilustra Penayo.

De acuerdo a diferentes relevamientos, aunque el fin de la pandemia se oficializó recientemente, el proceso de reactivación del mercado de oficinas comenzó tiempo antes, aunque como se dijo, se produjeron grandes transformaciones en el modelo laboral.

Efectos de la virtualidad

Sin dudas, el confinamiento dejó una huella imborrable en el trabajo. Se “descubrieron” en la virtualidad grandes beneficios, entre los que destacaron la flexibilidad y libertad.

Según una investigación que se difundió en los últimos días, para los argentinos el modelo de trabajo híbrido generó un impacto mayoritariamente positivo en la productividad (81 por ciento) y en su salud mental (79 por ciento), convirtiéndose en el modelo de trabajo favorito de los colaboradores.

En ese contexto, el trabajo titulado “Más allá de la revolución híbrida”, indica que el mercado de oficinas está atravesando un proceso de reactivación potenciados por los espacios de trabajo flexibles como principal tendencia.

Las empresas ya no necesitan de grandes estructuras para desarrollarse, sino de oficinas adecuadas que se adapten a sus necesidades particulares y las de sus colaboradores. La optimización laboral permite que los espacios se compartan.