Interna del PRO: la UCR bonaerense, en guardia

A menos de un mes del cierre de las listas que competirán en las PASO, de las muchas preguntas que surcan la interna bonaerense de Juntos por el Cambio sobresale una: el rol que ocupará el radicalismo provincial. Formalmente, el partido asegura que pretende disputar la candidatura a gobernador, un round en el que ya están anotados los amarillos Diego Santilli, impulsado por Horacio Rodríguez Larreta, y Néstor Grindetti, apadrinado por Patricia Bullrich.

La lectura más extendida de la dinámica actual dice que, más allá del declaracionero de ocasión, la UCR evaluaría en realidad respaldar a uno u otro postulante amarillo, en base a una serie de negociaciones que terminen siendo políticamente beneficiosas para el partido, y no presentar candidato propio en las PASO. Lo único seguro es que no quiere repetir el rol de actor de reparto que tuvo durante el cuatrienio en que gobernó la macrista María Eugenia Vidal.

Por ahí pasa, entre otros puntos, el factor de seducción que vienen aplicando Santilli y Grindetti a los radicales: compartir fórmula pero además la promesa de un eventual co-gobierno en serio. El titular de la UCR bonaerense es el diputado provincial oriundo de Mar del Plata, Maximiliano Abad. Ya se reunió con ambos postulantes del PRO provincial. Dicen que ambos le ofrecieron para él, o para alguien que él defina, la candidatura a vicegobernador/a.

En verdad, el radicalismo no tiene un candidato a gobernador instalado en serio, más allá de que Abad -por su rol institucional- suele ser el mencionado. Muchos creen que el ideal podría ser Facundo Manes, el actual diputado que fue uno de los protagonistas de las elecciones legislativas de 2021 (perdió las PASO contra Santilli pero hizo un muy buen papel). Pero el médico está obstinado en mantener su pre-postulación presidencial, aún cuando no recoja tantas adhesiones internas.

Las mismas pretensiones que Manes tiene Gerardo Morales, el titular de la UCR nacional que ya se lanzó formalmente, pero con una evidente vocación acuerdista con Rodríguez Larreta que podría terminar en su bajada de la pelea mayor y acaso en una fórmula conjunta a la presidencia.

En el esquema bonaerense, Abad debe lidiar internamente con las pretensiones de instalarse a nivel provincial del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, su eterno rival interno que se muestra cercano al alcalde porteño con un guiño de Morales. Late en esa diferencia provincial la amenaza de una posible ruptura, si el partido que comanda el marplatense decidiera jugar con Bullrich en la provincia. Suspenso.

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El candidato a gobernador de Milei sería un intendente

La idea de hacer una fórmula cruzada en Juntos por el Cambio bonaerense es bien vista por varios sectores internos. Intuyen que es un camino para fortalecerse en la pelea con Axel Kicillof, que buscará su reelección. Pero está condicionado a la aparente irreconciliable pelea entre Larreta y Bullrich, que se ha prolongado a la Provincia: cada uno tiene -hasta ahora- su propio candidato a gobernador. ¿Que hará, pues, orgánicamente el radicalismo? ¿Con quién jugará?

Una figura con muy poca exposición pública pero muy cercana a Abad puede ser determinante: el ex senador mendocino Ernesto Sanz. Una suerte de mentor del diputado. Sanz trabaja en la idea de que al menos una parte del radicalismo nacional se referencie en Bullrich. ¿Incluye en esa idea a la UCR bonaerense? Si es así, Abad debería rumbear su barco hacia el bullrichista Grindetti.

En privado, Abad no descarta que el radicalismo que comanda termine siendo el segundo de una fórmula que encabece un referente de PRO. Pero cree que lo mejor para la alianza opositora es que haya un sólo postulante. Esto es: que no termine pasando lo que sucede hasta ahora.

Explica su tesis en el posible comportamiento del electorado luego de las Primarias: si en agosto hay dos postulantes o más a gobernador de Juntos por el Cambio, el que más votos saque de ellos probablemente quede como el tercer candidato más votado, luego de Kicillof y del nombre que proponga Javier Milei. Así, evalúa, le será muy difícil a la coalición JxC conseguir el “voto útil “ en octubre, entendido éste como la intención de los votantes de sacar a Axel de la gobernación. El beneficiario de esa pulsión sería el candidato libertario porque en el imaginario social aparecería como el que más chances tiene.

encuestas

De acuerdo a las encuestas que se conocen, el larretista Santilli viene midiendo mejor que el bullrichista Grindetti y tiene más elevado índice de conocimiento. Por eso se presume “postulante natural” de Juntos en la Provincia y por lo mismo Rodríguez Larreta no quiere que haya una única boleta para la competencia provincial. ¿Porqué compartirlo con Bullrich, que es su rival en la pelea por la candidatura presidencial?, se pregunta. “gTodo ganancia para ella”h, evalúan en el larretismo.

La tensión ha llegado a un punto en que, aparentemente, no habría consenso en ningún estamento de la boleta de cara a las PASO. Esto es: en cada municipio y cada sección electoral bullrichistas y larretistas irían separados. Es un escenario que la UCR bonaerense en realidad no quiere porque la obligaría a optar o, en todo caso, los llevaría a atarse indefectiblemente de la estrategia nacional que finalmente decida el partido, en una convención que se realizará dentro de unos diez días.