Investigan una muerte en La Plata: sospecha del suministro de opiáceos en una clínica

La muerte de un hombre de 35 años, que estaba internado en una clínica psiquiátrica de La Plata, es ahora motivo de una investigación judicial.

Según denunciaron los familiares de la víctima, identificada como Jonatan Marrupe Lozano, quien sufría retraso madurativo y problemas de ansiedad, pasó allí los últimos 16 años de su vida.

El certificado de defunción, al que este diario tuvo acceso, refleja la causal de fallecimiento: una insuficiencia cardíaca producto de una aparente broncoaspiración.

En concreto, siempre a decir de los allegados al hombre, en la jornada del pasado miércoles habría presentado un cuadro de dolor abdominal. Se habla de la presencia de un bolo fecal.

Al menos su madre, al presentarse ante las autoridades, contó que, la última vez que lo había visto, hace 12 días, su hijo le refirió que estaba molesto. Por eso lo asocia con esa patología.

Lo concreto fue que en el caso tuvo que intervenir un equipo del SAME, pese a que se encontraba en un centro de salud. Claro que no específico para esa dolencia.

Al enterarse de la situación, por un llamado desde la clínica, la mujer, que estaba a muchos kilómetros de distancia, se contactó con otro hijo que vive en La Plata para que él se acercara hasta el lugar a verificar qué sucedía.

A la madre del internado le contaron que le había bajado la presión y que lo tenían recostado en una cama a 45 grados, según refiere la documentación oficial.

En ese momento, siempre en base a ese reporte, el profesional del SAME le habría pedido al hermano del paciente que vaya a comprar una medicación, ya que la clínica no la tenía.

Sin embargo, como no la consiguió, volvió a la institución y ahí le informaron que el cuadro era crítico.

El hombre sufrió entre cinco y siete paros cardiorrespiratorios y, al final, como no lograron estabilizarlo, se desencadenó su muerte.

Las dudas, que derivaron en la exposición y en la inmediata participación de la fiscal en turno de La Plata, Cecilia Corfield, surgieron a partir del informe que se asentó en el libro de guardia.

De acuerdo a voceros policiales, en dicho registro escribieron “intoxicación por opiáceo”, lo que llamó mucho la atención, ya que no sería una sustancia acorde para la atención de un evento de esas características.

Como se sabe, los opioides son sustancias que se utilizan para el tratamiento del dolor. Aunque, por su poder de impacto, también se describe que pueden producir efectos secundarios como somnolencia, niebla mental, náuseas y estreñimiento. También respiración lenta y hasta la muerte.

Los opioides más comunes son la hidrocodona; la oxicodona; laoximorfona; la morfina; la codeína y el fentanilo.

LA AUTOPSIA

Ahora, por expreso pedido de la fiscal Corfield, titular de la UFIJ Nº 15, se aguardará el resultado de la autopsia y, de todos los estudios complementarios, que servirán para determinar si hubo una mala praxis para tratar el episodio en la emergencia. Fundamentalmente si al paciente le suministraron algo indebido o en cantidades que no correspondía hacerlo.

La familia de la víctima, según indicaron a EL DIA, piensa llegar hasta las últimas consecuencias y ya contrataron a los abogados penalistas, Christian Parodi y Fernando Palazzo, para que los representen en la causa.

“Vamos a pedir el delito de abandono de persona seguido de muerte, en un claro caso de omisión de los deberes a su cargo”, expresó el doctor Parodi.

La clínica donde ocurrió el incidente, cabe destacar, está situada en la zona del barrio Hipódromo.

Se sospecha que al paciente le dieron opiáceos y que eso desencadenó la muerte