En segundos, banda de motochorros huye con la recaudación y un celular de un local de Tolosa

Un comercio de Tolosa fue asaltado ayer en horas del mediodía por una banda de motochorros que, en cuestión de segundos, se apoderó de un cuantioso botín.

Ni la presencia de una adolescente, ni el intenso movimiento peatonal y vehicular que había a esa hora en la zona en la que se encuentra ubicado el negocio, 31, entre 522 y 523, condicionaron al ladrón y a su cómplice para llevar adelante el atraco.

Según pudo averiguar este diario, eran las 12.30 del mediodía cuando los dos delincuentes estacionaron su moto frente al polirrubro denominado “Las Torres”.

Uno de los maleantes descendió del rodado y encaminó presurosamente sus pasos hacia ese local, al que ingresó de inmediato.

Según describió la víctima, el hampón tenía el rostro cubierto con una gorra y un barbijo y, además, vestía un camperón.

Apenas ingresó al local, sembró el terror con amenazas, gritos e insultos. Así, en pocos segundos, el sujeto tomó el control del lugar.

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Mientras su secuaz se encontraba en la vereda con el rodado en marcha, el ladrón comenzó a exigirle a la persona que se encontraba del otro lado del mostrador que entregara la recaudación.

Pese al tenor de las amenazas, la empleada se mantuvo firme y se negó a entregar la caja que habían hecho hasta ese momento.

Ante la férrea y arriesgada posición de la mujer, el ladrón cruzó al otro lado del mostrador y comenzó a golpear la caja con el objetivo de abrirla y extraer los billetes que suponía que habían.

Fue en ese momento que descubrió que además de la empleada, también se encontraba en el local una chica de 14 años, hija de la propietaria, quien también fue increpada por el malviviente.

Tras lograr abrir la caja, el sujeto extrajo un cúmulo de billetes y los guardó en su bolsillo.

Aún sin saciar su sed de robo, el sujeto se dirigió a la adolescente y la acorraló contra la pared mientras le exigía que le entregara su teléfono celular.

A la joven no le quedó otra opción que cumplir con las pretensiones del intruso. Muy a su pesar, depositó su teléfono en las manos de este sujeto.

Apenas el individuo abandonó el espacio del mostrador, la adolescente subió unas escaleras que unen el negocio con su casa.

“Mamá, nos están robando. Ya me sacaron el teléfono”, fue la frase que lanzó a su madre. Inmediatamente la dueña descendió a la planta baja y allí se topó con el individuo abandonando la escena.

La propia dueña del local fue quien llamó al 911 apenas se fue el ladrón. Y, más tarde, radicó la denuncia en la comisaría Sexta, donde abrieron actuaciones caratuladas “robo en poblado y en banda” a instancias de la UFI 9 de Autores Ignorados, se reveló.

Los investigadores ya trabajan en la identificación de los asaltantes con el material fílmico que obtuvieron que pudieron recopilar de cámaras de seguridad instaladas en la zona.

Si bien la propietaria no pudo precisar si los sujetos portaban armas de fuego, para los investigadores se trataría de los mismos delincuentes que perpetraron una serie de golpes a mano armada en otros negocios de Ringuelet y alrededores.

Esta proyección se desprende del único dato con el que cuentan hasta el momento: los hampones que atacaron este negocio se movían en una motocicleta roja de media cilindrada involucrada en otros episodios de inseguridad.