El negocio de la inseguridad: una banda hizo un “2x1” en una propiedad de La Plata
Edición Impresa | 27 de Junio de 2023 | 02:15

Un matrimonio de jubilados vivió durante la madrugada de ayer una verdadera pesadilla al ser sorprendido por una banda de delincuentes armados y violentos.
Pero los adultos mayores no fueron los únicos que la pasaron mal con esta incursión delictiva.
Aprovechando que dentro del terreno hay dos viviendas, los sujetos decidieron hacer un “dos por uno” y también terminaron asaltando a una joven, que reside en un departamento ubicado en el fondo de la propiedad.
En base a lo que pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar alrededor de las 2 de la mañana, en una finca emplazada en la calle 67 entre 27 y 28, cuando las víctimas se encontraban descansando.
En base a las marcas que dejaron los intrusos, efectivos de Policía Científica establecieron que el ingreso tuvo lugar por el fondo del inmueble luego de saltar un muro.
Según adelantaron investigadores del caso, en principio se trataría de un robo al voleo, aunque, debido a varios detalles que fueron surgiendo, el hecho bien podría cuadrar como un golpe planificado.
Es sabido que los jubilados son el blanco predilecto de la delincuencia. Aprovechándose de las limitaciones físicas y las dolencias propias de la edad, arremeten sin piedad contra los adultos mayores y terminan imponiendo su voluntad a fuerza de violencia extrema y terror.
De hecho hay muchos jubilados que optan por ceder inmediatamente a revelar el lugar en el que guardan sus ahorros por “miedo a terminar internados” o que la emprendan con sus familias.
Teniendo en cuenta este escenario, entre quienes siguen el caso, hay consenso en que en realidad los asaltantes pudieron haber irrumpido en la propiedad con la intención de atacar a los abuelos y que, de casualidad, se toparon con la otra víctima.
Al ver que la superaban en número y en fuerza no les costó mucho decidir que también se apoderarían de los objetos personales de esa mujer.
El razonamiento concuerda en gran medida con la forma en la que se concatenaron los hechos. La primera en ser sorprendida por los ladrones resultó ser la vecina de los jubilados, una mujer de 34 años, que reside sola en su domicilio.
Alrededor de las 2 de la mañana, el sueño de la chica se vio interrumpido por los incesantes ladridos de su perra.
Cuando se incorporó en la cama para establecer contacto visual con su mascota, notó en el animal una ferocidad que prácticamente la tornaba irreconocible.
Esto la puso en estado de alerta y decidió levantarse para ver qué estaba sucediendo en su cocina, el lugar al que apuntaban los ladridos y gruñidos de su perra.
La mujer no detectó nada extraño, pero como los ladridos no cesaban, optó por abrir la puerta para inspeccionar el patio. Jamás imaginó la amenaza que la estaba esperando del otro lado de la puerta.
Apenas la hoja se separó del marco, los delincuentes la amenazaron y la obligaron a ingresar a su morada. Inmediatamente comenzaron con el careo de rutina. “Estás sola”. “Dónde tenés la plata”. “Dame todo”.
Esas fueron las primeras preguntas que hicieron los ladrones y luego le exigieron que permaneciera callada mientras revisaban que no hubiese nadie más.
Una vez que comprobaron que el domicilio estaba bajo su completo control, los delincuentes se dividieron tareas. Mientras uno se quedó en el departamento con la joven, los restantes se fueron a la casa de adelante en busca de objetos de valor.
El ingreso a la finca de los jubilados prácticamente fue un trámite. Todo apunta a que la puerta se encontraba abierta, ya que no se hallaron signos de que haya sido forzada.
Se especula con que “en un descuido” el dueño de casa, olvidó poner llave y sin querer terminó allanando el camino a los atacantes.
Con zamarreos y, palmadas en el rostro, los ladrones despertaron a sus víctimas.
Sin mediar palabra, ante los rostros sorprendidos y temerosos de sus víctimas, los malvivientes exigieron a la pareja que se quedara en el molde para “peinar” los distintos ambientes.
En el recorrido que hicieron por la propiedad, los ladrones lograron reunir varios elementos de valor.
Según la denuncia radicada por los damnificados, se llevaron sus teléfonos celulares, documentación personal, joyas de oro y un total de 1.500 dólares.
El momento de mayor zozobra ocurrió cuando los encapuchados decidieron reunir a lasvíctimass con el objetivo de dejarlas encerradas.
Fue así que la mujer que se encontraba custodiada en su departamento por un ladrón fue sacada con las manos atadas con un cable y conducida a la casa de los jubilados, quienes terminaron corriendo la misma suerte.
Sin que nadie se percatara de la situación, la banda abandonó la propiedad por el frente.
En ese marco, por la tarde de ayer la Policía recolectó imágenes de cámaras de seguridad de la zona para obtener alguna pista que conduzca a los autores del hecho.
A los pocos minutos, la mujer logró zafarse de las ataduras y tras liberar a sus vecinos se comunicó al 911 para dar cuenta de la situación.
Ante los pesquisas describió a los delincuentes como tres masculinos que vestían prendas oscuras y, además, usaban guantes y tenían el rostro cubierto.
La mujer reportó que se llevaron una laptop y su teléfono celular.
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