La interna del PRO partió por mitades a sus alcaldes

Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich jugaron a fondo para quedarse con los 20 intendentes que tiene el PRO en la Provincia. Y en términos de los números fríos, terminaron en empate. Nueve de los alcaldes quedaron del lado de las “palomas” y otros nueve prefirieron volar con los “halcones. Los dos restantes consiguieron el salvoconducto que les permitió escabullirse de la pelea y se colgarán de las dos boletas presidenciales.

Esta divisoria reconoce afinidades pero, también, tiene relación con la férrea postura que planteó Bullrich en la previa de las definiciones. La ex ministra de Seguridad se plantó y exigió a los intendentes que se definieran entre ella y Rodríguez Larreta. Pollo o pasta, como si fuera el menú de un vuelo comercial.

Las dos excepciones a la regla establecida por el team halcón (Rodríguez Larreta aceptaba en algún momento compartir con Bullrich las listas a nivel municipal), son dos de los distritos grandes controlados por el PRO. Uno de ellos es General Pueyrredón, cuya cabecera es Mar del Plata. Allí irá por la reelección Guillermo Montenegro. Con 580 mil electores, es la segunda comuna más poblada en manos del partido amarillo.

El otro caso es Vicente López, que está a cargo de Soledad Martínez desde que Jorge Macri se cruzó a la ciudad de Buenos Aires para ocupar el ministerio de Gobierno y ahora ser candidato a jefe de Gobierno. Martínez encabeza la lista de unidad en un distrito nada desdeñable desde el punto de vista poblacional: están empadronados casi 250 mil electores.

Hay un tercer grupo de municipios que, sin pertenecer al PRO, son aliados de Juntos por el Cambio aunque sintonizan mucho más con el partido amarillo que con el radicalismo. Ahí Bullrich parece sacar una ventaja porque se quedó con cinco (San Miguel, San Nicolás, Azul, Bragado y Rivadavia). Larreta, en tanto, cerró un acuerdo con el intendente de Pringles, Lisandro Matzkin.

Las cabeceras de larreta

El armado de Rodríguez Larreta muestra su fortaleza en algunas cabeceras de secciones. Por caso, La Plata, donde gobierna Julio Garro, que va por la reelección. En nuestra ciudad están habilitados para votar 601.077 electores.

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También le responde el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, que pisa fuerte en el distrito con más electores de la Séptima sección electoral: 98.577.

Además, en la Segunda sección se quedó con el trío Campana-Pergamino-Ramallo, que reúne a la mayoría de los electores de esa zona. Con Pergamino el alcalde porteño cortó clavos hasta el final porque Bullrich esperaba el salto del intendente Javier Martínez, que al final no se concretó. Martínez responde a Daniel Angelici, de muy buen vínculo con Larreta pero también con Mauricio Macri.

Pergamino, con 92 mil electores, es uno de los peso pesados de esa sección del noreste bonaerense. En esa zona Larreta también sumó al intendente de San Antonio de Areco, Francisco Ratto.

En la sección Primera (norte y oeste del Conurbano), siguió fiel al larretismo Diego Valenzuela, alcalde de Tres de Febrero. También, Sebastián Abella (Campana). Tres de Febrero es el distrito con más población en manos del PRO.

En la Cuarta sección, el larretismo se quedó con Junín, donde gobierna Pablo Petrecca. Era uno de los nombres que se especulaba que podría irse con Bullrich debido a su afinidad con Jorge Macri. Pero finalmente no pegó el salto.

En la Sexta (sudoeste bonaerense) acaso Larreta muestre su mayor debilidad. Por el lado del PRO sólo sumó a José Luis Zara, el intendente de Carmen de Patagones. Zara estaba muy cerca de Bullrich, pero el día del cierre de listas decidió irse al campamento de Larreta.

LOS CIERRES DE BULLRICH

Uno de los cierres más potentes que concretó la lista de Bullrich tiene como epicentro al sur de la Provincia. En Bahía Blanca, el intendente Héctor Gay (que no irá por la reelección) firmó el pase al team halcón. Ese distrito es el más potente en términos electorales de la Sexta sección electoral con 256.717 electores. El ala dura del PRO también sumó a la vecina Punta Alta, otra de las comunas grandes de la zona donde gobierna Mariano Uset.

En la Primera sección, Bullrich no incorporó intendentes del PRO, pero compensó fuerte con el acuerdo con Joaquín De La Torre, el ex alcalde de San Miguel. Se trata de uno de los dirigentes aliados a Juntos por el Cambio que controla un distrito (hoy gobernado por Jaime Méndez) de buen volumen electoral con 252 mil vecinos en condiciones de votar.

En la Segunda hay un aporte a través de Javier Iguacel, el intendente de Capitán Sarmiento. Sin embargo, el mayor empuje llega a través de un aliado peronista a Juntos por el Cambio: Manuel Passaglia, de San Nicolás, un distrito con 126 mil electores.

Néstor Grindetti, el intendente de Lanús y precandidato a gobernador es uno de los apoyos fuertes a la ex ministra desde el Conurbano. Se trata de un distrito con 404 mil electores. Bullrich también suma en la Tercera por medio de Jorge Etcheverry, el intendente de la rural Lobos.

El intendente de 9 de Julio, Mariano Barroso, fue uno de los últimos pases que concretaron los halcones. A él, también en la Cuarta sección, se sumaron Eduardo Campana (Villegas) y Javier Reynoso, de una fuerza vecinalista que desde hace varios período gobierna Rivadavia. En esa zona hay que anotar una incorporación de última hora: Vicente Gatica (Bragado), aliado a Juntos por el Cambio.

En la sección Quinta (sudeste), Martín Yeza (Pinamar) y Camilo Etchevarren (Dolores), forman parte del armado halcón. El primero llegó de la mano de Cristian Ritondo y va como diputado nacional. Etchevarren responde directamente al ex presidente Macri.

Finalmente, en la Séptima (zona centro bonaerense), Ritondo llevó al campamento de Bullrich a Hernán Bertellys, el intendente de Azul, de origen peronista.

Equidistantes quedaron dos intendentes del PRO que gobiernan distritos grandes: Guillermo Montenegro (Mar del Plata) y Soledad Martínez (Vicente López). Irán con las boletas de los dos precandidatos presidenciales. Rodríguez Larreta le hizo un gesto a Montenegro al ubicar a Emiliano Giri en la boleta de diputados nacionales, un marplatense de su sector. Pero en la Feliz sostienen que trabajarán para ambos contendientes.