El segundo en las PASO: qué pasará con el que pierda
Edición Impresa | 1 de Julio de 2023 | 02:16

Por MARIANO PEREZ DE EULATE
Por motivos diferentes, en las dos principales alianzas electorales que deberán ir a las Primarias Abiertas sobrevuela un interrogante similar: ¿qué va a pasar con el perdedor de ese duelo, y los votantes que lo hayan acompañado en agosto, cuando deba encararse la elección general de octubre? ¿Mantendrán la adhesión al espacio aún cuando no se sientan representados por el vencedor de la interna?
La coalición oficialista Unión por la Patria tendrá PASO presidencial. El ministro de Economía, Sergio Massa, con un perfil de centro peronista, se enfrentará al dirigente social Juan Grabois, claramente más volcado a la izquierda del arco ideológico.
Con Grabois pasaron dos cosas interesantes.
Una: gran detractor público de Massa, cumplió su promesa de enfrentarlo si finalmente era ungido como candidato de una supuesta unidad en detrimento de Wado de Pedro, cuya postulación duró 24 horas. Grabois se había alineado con el ministro del Interior, un alfil de Cristina Kirchner. Mucho en común. Al confirmarse lo de Massa, el abogado/piquetero presentó su propia candidatura para la primaria presidencial.
Massa y Grabois, en un acto en mayo pasado / Web
Dos: la junta electoral partidaria, dominada por el kirchnerismo, le dio todo lo que le había negado a Daniel Scioli cuando éste insistía en retar a De Pedro con el respaldo de la Casa Rosada. Así, Grabois tendrá la boleta completa de UxP en todos los distritos. Cristina, Máximo Kirchner y demás jefes del oficialismo K aceptaron que el joven sea el sparring del ministro, sin buscar triquiñuelas en el reglamento o exigencias incumplibles como sí hicieron con el ex gobernador y actual embajador.
CONTENCIÓN INTERNA
El dirigente social les sirve como contención interna para ese núcleo duro de la feligresía kirchnerista, el que se autodefine como perteneciente al “campo nacional y popular”, que ve en Massa a un extranjero político, un representante de “la derecha”, ligado a Estados Unidos y obviamente partícipe de que el Fondo Monetario Internacional ausculte las cuentas de la Argentina. Para ese sector, la figura del tigrense asoma como un sapo duro de tragar. En todo caso, Grabois evitaría filtraciones hacia la expresiones electorales de izquierda en agosto.
Ya se ve en redes un pelotón de artistas, periodistas, dirigentes partidarios e intelectuales que anticipan su voto a Grabois porque entienden que es más cercano al ideario kirchnerista puro, al de Néstor. A lo que dice Cristina en sus cuidadas apariciones. Como si la Vicepresidenta fuera absolutamente ajena a la decisión final de haber ungido a Massa y sacrificar a De Pedro, cuando se lo sugirieron los gobernadores del peronismo.
En el territorio, se supone que Grabois contará con el respaldo de buena parte de las agrupaciones que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, de la que él mismo es parte. Y Massa será tributario del oficio y recursos del llamado aparato del PJ, en las provincias y en especial en el Conurbano bonaerense. Es cantado que el ministro ganará las PASO de UxP. Surge el interrogante: cómo votará en octubre el núcleo duro más ideologizado que, en rigor, lo desprecia.
Cristina y Máximo Kirchner aceptaron que Grabois sea el sparring de Massa
Hace un par de días, Grabois sacó una carta pública muy dura contra su rival interno, donde resalta su desacuerdo en acordar con el FMI y recuerda su disconformidad por la designación del ministro. Si embargo, en declaraciones a El Destape Radio tiró una línea conciliadora: “El que gana, gana; y el que pierde, acompaña”. Suena a una futura paz acordada. Resta saber el comportamiento de aquellos que meten su voto en la urna si finalmente sólo tienen la opción Massa.
LA VIRULENTA PELEA EN JUNTOS POR EL CAMBIO
Por el lado de Juntos por el Cambio la virulenta pelea interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich abre interrogantes respecto a la convivencia futura entre ambos espacios y si será posible una integración civilizada. Dirigentes que hasta hace poco trabajaban en sintonía bajo la causa unificadora de ser la oposición a Alberto Fernández, ahora ya no se hablan.
Hay incluso pequeñas miserias, como que en ciertos municipios en los que gobiernan intendentes que se enrolaron en el larretismo fueron dados de bajas contratos de referentes de Bullrich. Detalles que no contribuyen a la pacificación.
Horacio Rodríguez Larreta y patricia Bullrich / Web
Bullrich viene jugando muy fuerte desde lo discursivo para atacar a Larreta, incluso cayendo en la utilización de adjetivos calificativos. Es claro que está enfocada en ganar la interna, no tanto pensando en octubre, y en endurecer lo más posible su perfil. Casi como si fuera un Javier Milei femenina. Eso parece cebar a su tropa y por ejemplo en las redes se ven expresiones cercanas al odio cuando los militantes se refieren al alcalde porteño. Este, por su parte, hace gala de su estilo menos confrontativo, una de las razones por las que le han puesto el mote de paloma. Difícilmente responda agresiones.
¿Que hará la tropa de cada uno si el líder pierde la PASO? Intramuros se comenta una suerte de pacto según el cual el derrotado llamará a apoyar al ganador bajo la premisa épica de “sacar al kirchnerismo del gobierno”.
Pero no es descabellado pensar que si la tensión pre-PASO sigue en ascenso los bullrichistas más extremos terminen sintiéndose más cómodos eligiendo al libertario Milei para la presidencia, no tanto por su ideario económico sino por su discurso vehemente. Y tampoco debería descartarse que, ante una eventual derrota, los militantes larretistas apuesten a dejar sus brazos caídos en lugar de trabajar por la victoria de Patricia en octubre. Final abierto.
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