La avenida 7 sin refugios, otro trastorno para pasajeros de micros

A pesar del avance de los trabajos para cambiar las veredas aún no se sabe cuándo volverán a colocar el equipamiento protector

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La avenida 7 entre las plazas Rocha e Italia se quedó sin refugios para esperar el paso de los colectivos. Por la obra del cambio de veredas fueron retirados y aún no se sabe cuándo volverán a ser colocados. Esto se suma a los trastornos que tienen los pasajeros, como la falta de buenas frecuencias y un servicio que consideran “caro”.

En los últimos días, donde la inclemencia climática tuvo jornadas de lluvia, intenso frío y el sábado pasado con altas temperaturas, dejó a los usuarios desprotegidos para esperar el paso de los ómnibus locales.

A pesar de que la obra de las nuevas veredas ya tiene un 97 por ciento de trabajos realizados los refugios no aparecen y el invierno ya está promediando su paso.

Según informaron fuentes de la Municipalidad, los refugios serán colocados nuevamente una vez que se realicen los trabajos de las nuevas veredas en su totalidad. “Los están construyendo”, indicaron en la Comuna. No se sabe aún qué diseño tendrán como así tampoco cuántos serán colocados en cada cuadra.

Hasta que comenzó la obra de las veredas había dos o tres refugios por cuadra, y en algunas sólo había uno.

La mayoría estaban vandalizados, con los acrílicos destruidos, pintados y los asientos siempre sucios.

Como se dijo, a pesar de que las obras de las veredas están muy avanzadas en ambos sentidos de la avenida 7 entre 60 y 44, no aparecieron las nuevas estructuras, y tampoco se sabe cuánto demandará su instalación.

Las veredas despojadas de las estructuras protectoras para los usuarios generan algunos trastornos para los pasajeros los días de lluvia, de intenso frío o cuando el sol pega fuerte, como fue el sábado pasado.

Cuando comenzó a colocarse las nuevas se generó una fuerte polémica porque, según distintos vecinos, no cumplían con las normativas vigentes en la elección del modelo de baldosas.

Incluso, hubo vecinos que recurrieron a la Justicia para paralizar los trabajos.

El Municipio inició a finales de año pasado la renovación de veredas en el centro de la Ciudad. En lugar de colocar las tradicionales baldosas de 20 por 20 centímetros y su formato característico, removió las existentes para poner baldosones de color blanco y una franja amarilla , que tienen el doble de superficie.

Un grupo de vecinos liderados por Efraín Prat, un arquitecto urbanista local, se presentó a la Justicia. En esa presentación aseguran que el modelo de baldosas que el Municipio está colocando- el mismo que se usa para las veredas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- no es el que corresponde, según las ordenanzas vigentes.

Se refieren, entre otras, a las ordenanzas 10.681 y 12.240. La primera corresponde al Código de Edificación platense, sancionada en 2010, y la segunda, a una flexibilización para favorecer que los frentistas reparen sus veredas, y que establece el uso de baldosas diferentes a las tradicionales sólo en caso de excepción.

 

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