¿Tiene menos que antes?

“¿Se sabe algo de los refuerzos?”. La frase se repite una y otra vez entre hinchas triperos ansiosos por ver una versión mejorada del equipo, que terminó vigésimo segundo en el último campeonato que tendrá una continuidad de 14 partidos para definir clasificaciones a copas internacionales y un descenso por tabla anual, en la que el Lobo no puede ni debe relajarse, ya que solamente le lleva 5 puntos de ventaja a Huracán y Colón, quienes hoy deberían jugar un desempate por la salvación de la categoría.

En la semana del reinicio de la competencia, Gimnasia aún no movió el mercado de refuerzos, más allá del regreso de dos hombres de la casa como Pablo De Blasis y Lucas Castro. Como contrapartida, perdió a Ignacio Miramón (la figura del equipo en la pasada Liga), Matías Melluso, Alan Lescano, entre los habituales titulares; además de Tomás Muro, Maximiliano Comba, Nicolás Contín y Tomás Fernández, con poca o nula presencia en el equipo titular en la primera parte del año.

Las ventas de Gimnasia

El club hizo un colchón económico en este mercado de pases con las transferencias de Miramón, Lescano y Muro, pero la idea en calle 4 no es “vender por 10 y comprar por 5”, con mucha confianza en lo que produzcan las juveniles del club. Aunque, claro, nunca hay certezas de que detrás de Miramón y Lescano aparezcan jugadores similares, más allá de que el entrenador tiene muy bien conceptuados a Nicolás Sánchez y -especialmente- Leandro Mamut.

En esa línea, ante la salida de Matías Melluso -el Pafos de Chipre paga un resarcimiento económico por el final anticipado del vínculo- la decisión tanto del cuerpo técnico como de los encargados del fútbol es no apuntar a la búsqueda de un lateral izquierdo, con optimismo en la recuperación de Germán Guiffrey y con Nicolás Colazo como alternativa. Más atrás aparecen los nombres de Rodrigo Gallo y Matías Bazzi para ese puesto.

Además, en la evaluación conjunta las partes creen a rajatabla en sostener la evolución de Tomás Durso y Felipe Sánchez, por lo que no buscaron arquero ni marcador central. La idea es no taparlos y potenciarlos como posibles salidas futuras. La realidad del fútbol siglo XXI es esa, sacar jugadores para vender y en algunos casos (como Miramón) disfrutarlos demasiado poco con la camiseta puesta.

El equipo del Lobo

Tomás Durso; Bautista Barros Schelotto, Leonardo Morales, Felipe Sánchez, Germán Guiffrey; Nicolás Sánchez, Pablo De Blasis; Franco Soldano, Eric Ramírez, Benjamín Domínguez; Cristian Tarragona fue la formación inicial que dispuso Sebastián Romero en la práctica del sábado, que muestra indicios (aunque no certezas) para el debut. De todos modos, en esa misma práctica el “Pata” Castro alternó en el puesto que ocupó De Blasis y Franco Torres ocupó el lugar de Soldano. A la vez, la pelea entre Nicolás Sánchez y Agustín Bolívar asoma como pareja, aunque allí es casi seguro que llegará un refuerzo.

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Hoy, las alternativas en los distintos puestos de campo son Guillermo Enrique para el lateral derecho; Bruno Palazzo y Diego Mastrángelo para la zaga central (donde también puede terciar el propio Guiffrey ) y en la mitad de la cancha Alexis Staimbach y Antonio Napolitano pelearán por ganarse un lugar. En ofensiva, detrás de Tarragona aparecen Rodrigo Castillo e Ivo Maminni en una primera línea y más atrás Sebastián Cocimano. Y por afuera, Agustín Ramírez puede ganar minutos como variante tanto en ese lugar como de mediapunta, posición en la que Chirola espera contar con Lautaro Chávez, quien busca su puesta a punto física tras recuperarse de una operación de ligamentos cruzados y el pasado sábado participó de la práctica de fútbol.

Mercado de pases y debut en la Copa de la Liga

Con un ojo puesto en el mercado de pases, el cuerpo técnico y la dirigencia saben que no solamente no hay demasiado margen de error, sino que tampoco existe el paraguas protector de enero, la apuesta por los pibes como único camino posible ante las deudas y la imposibilidad de incorporar jugadores por las inhibiciones. Hoy, levantada la imposibilidad de reforzarse y con algo de dinero tras haber vendido, incorporar más allá de Castro y De Blasis es una red de contención para el propio cuerpo técnico.

Es por ello que llama la atención que no hayan existido pedidos de parte del cuerpo técnico que parece apuntar nuevamente a arreglarse con lo que tiene. Y siempre está latente el riesgo de sobrevalorar lo propio, que ha respondido del modo esperado pero con una realidad numérica insoslayable: no por esperada, la campaña se convierte en buena.

Con la casi segura llegada de un mediocampista central, Gimnasia tiene unos cuantos días de mercado de pases por delante para encontrar algún otro aporte importante para el plantel. Lejos de la acumulación de jugadores del pasado, el desafío es el salto de calidad que permita tranquilidad temprana en la tabla.