Los “nuevos” que gritaron goles como el charrúa

En la última década, varios futbolistas (especialmente delanteros) tuvieron su bautismo con gol incluido en el Lobo. Trompeta Abaldo es el último de la serie, con una gran presentación en el triunfo frente a Vélez en el que aportó una asistencia además del grito de gol de la victoria.

En 2012, Facundo Pereyra empezó a ganarse su lugar desde el primer partido con un gol a Boca Unidos, para el triunfo tripero 2-0 que inició el camino del ascenso.

Un año después, en setiembre de 2013 fue el colombiano José Erik Correa quien marcó en su debut ante Colón, menos de 20 minutos después de haber ingresado por Nacho Fernández. Luego, una lesión lo dejaría rápidamente fue de combate, con 4 tantos en 10 juegos.

En agosto de 2016 le tocó a un pibe que llegaba de Comunicaciones sin gran nombre más allá de su paso por las juveniles de Lanús: Nicolás Ibáñez. Contra Vélez ingresó y convirtió sobre la hora para marcar el 2 a 0 final.

En marzo de 2017 fue el turno de Mauro Matos, quien ingresó en el segundo tiempo para poner el 3 a 1 sobre Quilmes en el Bosque. Una golondrina que no hizo verano, ya que fue su único gol tripero.

En el tercer ciclo de Troglio apareció Alexi Gómez, un volante peruano que en febrero de 2019 hizo un golazo para el triunfo ante Tigre 3 a 1 en el Bosque. Fue su único gol, porque con el cambio de DT rescindió y volvió a su país.

Para octubre de 2020 apareció en el Lobo un extremo veloz colombiano, Johan Carbonero. En su debut, hizo el primer tanto del triunfo 3 a 0 sobre Patronato en aquella última presencia de Diego Maradona en un estadio.

Y antes de Abaldo, otro uruguayo marcó en su primer partido: Guillermo Fratta. Contra Platense convirtió cerca del final para poner el 2 a 2 definitivo en el Bosque. Con más éxito en el área ajena que en la propia, otro que no hizo historia.

No integran la lista Pablo Vegetti y Vítor Ayala, quienes habían jugado por Copa Argentina antes del inicio con gol del torneo. Sí convirtieron en su debut chicos del club, como Nicolás Ortíz y Bruno Palazzo.