Se achica todo, menos el precio: alimentos básicos que van perdiendo peso
Edición Impresa | 13 de Enero de 2024 | 01:27

Galletitas, snacks, fideos, postres lácteos, golosinas y artículos de limpieza vienen en presentaciones cada vez más pequeñas en un momento donde todo sube.
El fenómeno, instalado desde hace años en países con inflación, podría encuadrarse, según comerciantes y analistas del mercado, en la “reduflación”. Eso es poner en el envase menos cantidad de la habitual sin alterar el precio de venta.
En una recorrida por quioscos, almacenes y supermercados locales salta a la vista que muchos productos “se encogieron”. Eso explica por qué un paquete de galletitas con chips de chocolate (119 gramos, $ 900) no alcanza para una merienda o esa oblea bañada en chocolate (22 gramos a $ 500) sabe a poco cuando años atrás satisfacía la necesidad de comer algo dulce.
Es que nadie cuenta si un paquete de galletitas trae tres o cuatro unidades menos, lo que salta a la vista es el precio.
¿Qué se compra por menos de mil pesos? Casi nada. Así se confirma en un quiosco de diagonal 73 cercano a la Plaza Moreno.
“Las tradicionales papas fritas de una marca internacional están $ 1.125, pero trae 34 gramos y un paquete de palitos de 40 gramos $500, cualquiera se come eso en 5 minutos”, cuenta Manuel, al frente de ese comercio.
Allí, como en otros quioscos y almacenes de la Ciudad, se indica que los alfajores son cada vez más chicos.
Los cambios suelen pasar desapercibidos por la gran mayoría de los consumidores, que no están pendientes de si un paquete trae pocos gramos menos, pero sí suelen darse cuenta si pagan igual o más que siempre.
Distintas entidades de consumidores indican que la fabricación de productos en presentaciones más pequeñas es legal, pero las empresas deben reflejar las cantidades en los envases. La confusión puede darse en que generalmente no cambia el formato de los productos.
Las grandes compañías de alimentos lo ponen en práctica para mantener parecidos los precios de venta, pero ganan en el costo porque venden menos productos y, en suma, se achica el tamaño del envase.
Entre los productos que se “achicaron” se puede enumerar una tradicional marca de galletitas integrales que pasó de 250 gramos a 225 gramos ( $1.600), el café instantáneo de 50 gramos ($1.400), los bizcochos de grasa ahora de 200 gramos ($ 1.248), las galletitas de chocolate tradicionalmente de 260 gramos, ahora de 150 gramos ($1.000), los capeletinis de dos porciones en lugar de cuatro ($2.450), el puré de papas instantáneo por 100 gramos en lugar de 125 ($1.000); postres lácteos antes de 175 gramos y ahora son de 100 gramos ($992); tapas de pascualina pasaron de 400 gramos a 380 y 340 gramos ($1.500), y las leches chocolatadas individuales eran de 200 mililitros y ahora son de 190 ml ($1000).
Hay aerosoles, desinfectantes, aromatizantes o insecticidas que también redujeron su tamaño, de 380 cm3 a 332 cm3.
Los consumidores no obtienen el mismo rendimiento y si bien es algo legal, muchos lo consideran desleal y engañoso. Las Pymes argumentan que es la manera que tienen de hacer más accesibles los productos sin encarecerlos.
Nada escapa al achique, desde galletitas, lácteos y golosinas hasta artículos de limpieza
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