Hay recambio: Rulli cumplió con creces

Ante la ausencia de Emiliano Martínez, titular indiscutido, referente y uno de los puntos más importantes del ciclo de Lionel Scaloni al frente de la Selección Argentina, el ex Estudiantes Gerónimo Rulli dio un paso al frente y resultó el encargado de llenar el vacío que dejó el Dibu.

Sin acción oficial con la Albiceleste desde marzo del 2022 por Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar, esa inactividad no le pesó al hoy por hoy jugador del Olympique de Marsella. Todo lo contrario.

El surgido de la cantera Pincha tuvo un gran encuentro ayer frente a Venezuela dentro de las difíciles condiciones que presentó el estadio Monumental de Maturín. De hecho, por varios momentos del segundo tiempo sostuvo una ventaja que finalmente se escurrió por un tremendo cabezazo de Salomón Rondón, con quien tuvo un duelo particular y el único que pudo, tras varios intentos, vencerlo.

Todo comenzó desde muy temprano, con un muy violento remate de Tomás Rincón cuando los equipos recién se estaban acomodando a las condiciones. El agua en cada sector de la cancha y la pelota mojada en todo momento no complicaron al “12”, que mató esa primera pelota, muy bien ubicado.

Esa primera etapa se desarrolló con algunas aproximaciones de la Vinotinto, que encontró a Rulli atento también para achicar los espacios a las espaldas de los defensores, donde siempre merodeó Rondón.

De hecho, al ex River le ahogó el grito de gol, en complicidad con Nicolás Otamendi, cuando se esfumaba el primer capítulo entre Venezuela y Argentina. Centro llovido, definición del delantero que encontró una buena respuesta del arquero y un último despeje del defensor ante una pelota que quedó bollando a centímetros del arco. Pese a esto, lo mejor del actual golero del Olympique de Marsella llegaría en el complemento.

Con los de Scaloni algo más adelantados y seguros en cuanto al campo de juego, Venezuela definió el ingreso de otro punta y los centros no dejaron de llover al área nacional.

Así llegó la gran atajada del ex Pincha en el partido. Cabezazo de Yangel Herrera, bajo y cerca de la humanidad del golero, pero mejor respuesta de Rulli, quien la sacó a puro reflejo. El propio Herrera lo volvió a probar minutos más tarde, pero desde lejos. Tampoco pudo.

Recién a los 20, con una Vinotinto ya en el terreno de la desesperación y con muchos protagonistas dentro del área de Argentina, llegó esa jugada imposible para cualquiera.

Yeferson Soteldo amagó una y dos veces ante Gonzalo Montiel y envió un centro preciso y llovido para Rondón. La pelota superó a Otamendi y le quedó servida al ex River, que metió un cabezazo lleno de veneno y bien abierto. Imposible para quien venía haciendo méritos para ser el mejor de los de Scaloni y uno de las razones de un empate que no cayó bien, pero que deja en claro que en el arco también hay recambio.

Tras un largo tiempo sin ponerse el buzo de la Selección, Gerónimo Rulli lo hizo en un partido muy complejo. No tanto por el rival y sí por las condiciones. Y en ese contexto, el ex Pincha dejó claro que está.

Si en algún otro momento el Dibu, un imprescindible, no llega a estar, el ex Estudiantes demostró que está a la altura de reemplazar al hoy por hoy el mejor arquero del mundo.

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