Alberto Poletti: “En las finales siempre atajé bien”

Pedro Garay

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Alberto Poletti dice que no fue héroe en Old Trafford. “Fuimos jugadores de fútbol, héroe era San Martín”, afirma. Sin embargo, aunque pocas imágenes de aquel partido sobreviven, en los videos se puede ver a Poletti, de apenas 22 años, atajando no solo aquella primera pelota, la famosa, la que levantó desafiante ante el público inglés, sino al menos dos enfrentamientos mano a mano más, uno debajo del arco.

“En las finales, me tocó siempre atajar un poco mejor de lo normal. Eso es bueno, es de lo que se acuerda la gente. Yo esa final fui el mejor”, sonríe Poletti, que llegó a Estudiantes en 1964, con edad de Quinta, proveniente de Sacachispas.

Pero podría haber aterrizado en la vereda de enfrente: “Llegué a las 4 de la tarde para probarme en Estudiantes, pero el partido era a las 8. Entonces, me llevaron a la sede de Gimnasia, para ver si necesitaban arquero. Pero nos dijeron que ya tenían arquero del 46, ‘uno que va a jugar en Primera en dos años’, que era Ricardo ‘Caito’ Romera”, cuenta Poletti.

Así que volvió al club y lo probó Don Miguel Ignomiriello, a cargo de las divisiones juveniles: quedó, aunque primero a prueba. Y rápidamente llamó la atención su capacidad: “Es que yo jugaba con 15 años en la Primera de Sacachispas, en el ascenso, contra gente grande, que estaba dejando el fútbol, que tenía 20 vicios: te empujaban, te agarraban en el córner, te cabeceaban. Y uno aprende. Así que cuando jugaba con pibes de mi edad, que no empujan a nadie, los superaba: por eso sobresalía en la categoría, no porque fuera mejor”, dice.

“Osvaldo estaba adelantado 20 años. Por eso llegó el equipo a campeonar: tenía la materia prima y lo tenía a él”

Alberto Poletti

Aquel primer año en Estudiantes fue el arquero de la Tercera que fue subcampeona, la antecesora de “La que mata”. Le compraron el pase definitivo a fin de año, y ya al año siguiente estaba en Primera: Osvaldo Zubeldía lo subió al plantel profesional en la segunda fecha del torneo.

A Poletti, por entonces de 18 años, no le fue bien. “Los primeros seis partidos me decían ‘catrasca’”, se ríe. “Después me fui afianzando, y creo que al final hasta terminé atajando bien”.

También el equipo fue de a poco mejorando bajo la tutela de Don Osvaldo, que, dice Poletti, “estaba adelantado 20 años. El otro día, la Selección argentina hizo un gol igual a los que hacíamos nosotros, centro al primer palo, la peinaron y el de atrás la metió”.

Zubedía, dice, “jugó al offside por recurso, no por sistema, lo querían copiar y no sabían cómo se hacía. Jugaba con stopper y líbero según cómo era el 9 de los contrarios, antes de un partido sabía cómo marcar y por dónde hacer daño. Cuando jugamos con los ingleses sabía a quién marcar, a quién no había que dejar crecer… Por eso llegó el equipo a campeonar: tenía la materia prima y lo tenía a él”.