Mitos y verdades de las cremas reafirmantes

Con el paso de los años, la piel empieza a revelar lo que tantas veces ocultamos con maquillaje o tratamientos puntuales: la pérdida de firmeza y elasticidad. Desde los brazos hasta el abdomen, pasando por el rostro y el escote, son varias las zonas que comienzan a “colgar” y a mostrar esas marcas del tiempo que algunas personas prefieren disimular. En este escenario, las cremas reafirmantes prometen milagros. Basta con mirar las estadísticas: según Google Trends, la búsqueda de estos productos aumentó en un 300% en los últimos meses, con la llegada de la temporada veraniega y sus ropas ligeras. Pero ¿realmente cumplen con lo que prometen?

Para responder a esta inquietud, hablamos con especialistas en medicina estética, quienes coinciden en que los efectos de estas cremas dependen, en gran medida, de los ingredientes activos que contienen y de las expectativas de cada usuario. Hay algunos especialistas que aseguran que los cosméticos reafirmantes pueden contribuir a mejorar la firmeza de la piel, pero aclara que no son soluciones mágicas. “Estos productos ayudan en la medida en que se complementan con una vida saludable, una buena alimentación y actividad física”, explican los expertos, poniendo el acento en la importancia de un abordaje integral.

Un punto clave que se debe tener en cuenta es el tipo de ingredientes que lleva una crema reafirmante. Algunos doctores en la materia explican estos productos deben contar con activos que promuevan la producción de colágeno y elastina, como los retinoides y péptidos, que estimulan la renovación celular y ayudan a sostener las estructuras de la piel. “Sin estos componentes, las cremas no pueden hacer demasiado, ya que el colágeno y la elastina son esenciales para mantener la piel tensa y resistente”, explican los profesionales.

Además de los péptidos y retinoides, hay otros componentes que potencian la efectividad de las cremas reafirmantes. La vitamina C, por ejemplo, actúa como antioxidante y protege contra el daño oxidativo, mientras que el ácido hialurónico hidrata profundamente, lo que se traduce en una piel más lozana y suave al tacto. Otra opción muy recomendada es la centella asiática, un regenerador natural que devuelve elasticidad a la piel y la rosa mosqueta, con propiedades regenerativas. Algunos expertos sugieren que en algunos casos, la cafeína puede ayudar a mejorar la circulación y reducir la retención de líquidos, lo que aporta un aspecto más firme y tonificado.

Pero, como en muchos tratamientos de estética, la aplicación y constancia son determinantes. Los especialistas insisten en que para ver mejoras se debe aplicar el producto diariamente, con masajes que permitan una mejor absorción. “La clave está en la persistencia y en no esperar resultados inmediatos. La piel necesita tiempo para responder a los estímulos y, en ocasiones, los cambios son sutiles”, advierten los especialistas.