“El dolor nunca prescribe, ni en el cuerpo ni en el alma”

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En su voto, la jueza Carolina Crispiani hizo visible “una cuestión social que los operadores judiciales no podemos invisibilizar, -esto es- la triple vulnerabilidad de la víctima de las presentes actuaciones (en tanto niña, en tanto mujer, en tanto incapaz, debido a su grave retraso mental), -esto- con relación al ejercicio de sus derechos y de su abordaje interdisciplinario, del cual somos corresponsables todas las agencias del Estado”.

Es que para la magistrada, “el dolor nunca prescribe, ni en el cuerpo ni en el alma”.

“Será central el lugar que deberá ocupar el acto jurídico y simbólico de una sentencia, lo que -entiendo- debe comprender la justicia, más allá del discurso científico de leyes y códigos. Es posible entonces hablar de una herida -que, si bien no se puede borrar- sí se puede reparar simbólicamente”, completó.

Crispiani, por contrapeso con normas internacionales, también votó por marcar la responsabilidad del Estado argentino.

 

Chacal de Cañuelas
Carolina Crispiani

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