Organizar vacaciones en bicicleta por EE UU o Europa
Edición Impresa | 3 de Noviembre de 2024 | 08:04

Organizar unas vacaciones en bicicleta puede parecer un reto al viajar con niños, pero esta experiencia promete una aventura única y enriquecedora para todos. Este tipo de viaje permite descubrir destinos a un ritmo pausado, explorar lugares menos transitados y disfrutar de la naturaleza en cada etapa. En 2022, más de 1,5 millones de familias europeas eligieron rutas en bicicleta, y la tendencia sigue en alza. Aunque implica cierta planificación, unas vacaciones sobre dos ruedas pueden transformarse en un viaje inolvidable.
El primer paso es elegir un destino que se adapte a las capacidades y gustos de cada miembro de la familia. Dinamarca, por ejemplo, es una excelente opción: su infraestructura ciclista es ejemplar, sus rutas están bien señalizadas y los paisajes ofrecen paradas ideales para el descanso. La red EuroVelo, que conecta ciudades y sitios naturales en todo el continente, facilita la planificación con rutas de distintos niveles de dificultad. Países Bajos y Francia también cuentan con extensas rutas ciclistas aptas para familias, lo que las convierte en destinos seguros y atractivos.
Las bicicletas híbridas son una excelente opción, ya que combinan la resistencia necesaria para rutas largas con la ligereza que facilita el pedaleo. Los niños pequeños pueden ir en remolques, en bicicletas de carga o con accesorios como el FollowMe Tandem, que permite remolcar una bicicleta infantil cuando el niño se cansa.
La planificación del alojamiento es otro aspecto crucial para una experiencia cómoda. Alternar entre hospedajes como cabañas o granjas es ideal para familias, ya que ofrecen áreas para jugar y realizar actividades al aire libre, como alimentar a los animales o explorar el entorno.
La logística de la alimentación es fundamental en este tipo de vacaciones, ya que el esfuerzo físico requiere una buena nutrición. Llevar snacks y agua durante el trayecto es esencial, y muchos ciclistas optan por preparar comidas sencillas en sus alojamientos o comprar en mercados locales, una oportunidad para probar productos de la zona.
Los descansos estratégicos son también clave para que los niños puedan disfrutar del recorrido. Al cubrir distancias largas, es fundamental hacer paradas frecuentes para que puedan estirarse, descansar y jugar. Estos descansos no solo les permiten recuperar fuerzas, sino que también son oportunidades para compartir momentos especiales en familia. En Dinamarca, por ejemplo, una familia que viajó durante el verano destacó actividades como visitar el Museo de Barcos Vikingos en Roskilde o pasar un día en la playa de Samso como algunos de los mejores recuerdos del viaje.
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