EN FOTOS.- La asunción del nuevo Arzobispo de La Plata: Carrara pidió rezar por él “para que no me la crea”

Tras ser designado en el mes de noviembre, el nuevo Arzobispo de la Arquidiócesis de La Plata, Monseñor Gustavo Carrara entró oficialmente en funciones en la tarde noche de ayer, con una ceremonia que se inició en la escalinata de acceso a la Parroquia San Ponciano y tuvo una procesión hasta la catedral, encabezada por una imagen de la Virgen.

En la iglesia de Diagonal 80 y 48, estuvieron presentes el gobernador de la provincia, Axel Kicillof; el intendente de La Plata, Julio Alak; la ministra bonaerense Cristina Alvarez Rodríguez; y los intendentes de Berisso, Fabián Cagliardi; de Ensenada, Mario Secco; y Magdalena, Lisandro Hourcade; entre otros funcionarios y concejales locales.

Luego de la salida de Gabriel Mestre, quien entró en tensiones con el Vaticano, el Papa Francisco tomó la decisión de designar a Carrara, quien hasta entonces era obispo auxiliar de Buenos Aires. Desde fines de mayo hasta acá fue administrador apostólico de la “sede vacante”, monseñor Alberto Bochatey.

Carrara forma parte del movimiento de curas villeros. Llegó a La Plata con antecedentes como vicario general, vicario episcopal para la Pastoral de Villas y vicario episcopal de Educación de la arquidiócesis porteña, mientras que en la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) fue nombrado presidente de la Comisión Episcopal de Cáritas.

Ya es el décimo arzobispo (y 12º diocesano) de La Plata. Junto con el inicio de su ministerio pastoral se anunció el comienzo del año jubilar encabezado por el nuncio apostólico, Miroslaw Adamczyk. Se indicó que la convocatoria, que se realiza cada 25 años, provee el marco para actividades de reflexión y perdón.

La ceremonia captó la atención en la feligresía católica, que se reunió ante el templo, llenó sus veredas y desbordó hacia la calle en la previa de la procesión hacia la catedral.

Ya como arzobispo y en la Catedral, Carrara se refirió a la “peregrinación de la esperanza” que había encabezado antes, desde la iglesia de San Ponciano y dio comienzo al Jubileo en la Arquidiócesis de La Plata, “una invitación hermosa para asombrarnos y agradecer por el misterio de la encarnación”, dijo y recordó que hace 2.025 años “Dios se hizo hombre por amor a cada uno de nosotros y donde hay amor hay lugar para la esperanza”.

“Recen por mí”

En palabras que hicieron recordar a las que pronunció el Papa en 2013, se dirigió a la grey: “Hoy muchos de ustedes vienen a conocer al nuevo arzobispo, muchos vienen de lejos para acompañarme y expresarme su cercanía. Les agradezco de corazón a todos y a cada uno. Ahora bien, recen por mí para que no me la crea y pueda anunciar que Jesús es nuestra esperanza”.

Más adelante, dijo que “peregrinamos juntos; la vida es como una peregrinación y necesitamos redescubrirnos como peregrinos de la esperanza. Por eso miramos nuevamente a Jesús”.

Luego, analizó que “Jesús es importante y mi misión como obispo es semejante a la de Juan Bautista, ayudar a provocar el encuentro con Jesús”.

En ese sentido, sostuvo que “el camino de Jesús comenzó en las periferias. Va desde los pobres y con los pobres hacia todos y esta es la dinámica que queremos aprender porque es la Iglesia que Jesús soñó”.

En otro de los pasajes que destacó en su prédica, recordó que “nuestra Arquidiócesis comprende los partidos de La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena y Punta Indio. Estamos llamados a discernir, ‘a la luz del Evangelio y de la experiencia humana’, cuáles son los signos de nuestros tiempos que más necesitan ser transformados en signos de esperanza”, dijo.

“Para ello, por mi parte tengo que escuchar mucho, para ir luego haciendo mi aporte como pastor. Esto me entusiasma porque el camino sinodal empieza escuchándonos desde el corazón unos a otros, para ponernos juntos a la escucha del Espíritu Santo, el Espíritu que enciende la esperanza”. Finalizó agradeciendo “por todo lo que rezaron por mí en este tiempo y les pido por favor que no aflojen, para que el Espíritu me inspire los caminos para que podamos compartir con los pobres la alegría del Evangelio”.

Junto con la ceremonia se dio inicio en la Arquidiócesis al año jubilar