“Bestias sueltas en el parque”: golpiza, sangre y susto para dos jubilados en un barrio cerrado de La Plata

Un matrimonio de adultos mayores, que estaba ultimando los preparativos para irse a dormir, terminó sufriendo la embestida de tres delincuentes, que lo castigó brutalmente por 2 mil pesos, dos celulares y dos televisores

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Las personas de la tercera edad continúan siendo el blanco predilecto de los ladrones con ataques cada vez más despiadados y despojados de cualquier atisbo de humanidad.

Así lo demuestra el brutal episodio que le tocó vivir a un matrimonio de jubilados de 75 y 76 años, cuya residencia se encuentra en un barrio privado ubicado en la zona del Parque Ecológico.

De noche, justo cuando se preparaban para ir a descansar, recibieron la desagradable visita de al menos tres sujetos, que los castigaron de manera salvaje.

Tal fue el nivel de crueldad con el que actuaron los ladrones, que el dueño de la casa terminó siendo atendido por personal médico del hospital de Gonnet, debido a los golpes que presentaba en varias partes del cuerpo y, una hemorragia, que se inició a raíz de una herida provocada en la zona de la nuca con la culata de un arma de fuego.

Este hecho tiene lugar 48 horas después del brutal asalto que sufrió otro matrimonio de abuelos en 25 entre 36 y 37.

En este episodio, actuaron tres ladrones encapuchados, que le pegaron en la boca al dueño de casa, un hombre de 79 años, con un cuchillo. Luego huyeron con todo el dinero que encontraron en la vivienda.

Es sabido que los jubilados son el blanco predilecto de los ladrones. Los consideran “presas fáciles”, tanto por las limitaciones físicas y las dolencias que suelen tener.

Sin embargo, estas dificultades no representan un freno inhibitorio para los delincuentes sin escrúpulos.

Muy por el contrario, se aprovechan de esa situación y avanzan en procura de concretar su objetivo.

El botín que le sustrajeron ayer a la pareja de jubilados, cuya vivienda se encuentra ubicada en las calles 445 y 21A, demuestra el total desprecio por la vida humana, que tiene esta clase de delincuentes.

Además de dos mil pesos, se llevaron los teléfonos de ambos y dos televisores, dispositivos que representan una ventana al mundo y un sinónimo de distracción y entretenimiento para las personas en este rango etario.

En base a lo que pudo averiguar EL DIA, el hecho, que trascendió ayer, tuvo lugar alrededor de las 11 de la noche del domingo, cuando los moradores del inmueble se encontraban ultimando los preparativos para irse a descansar.

Si bien el caso es materia de investigación, por los indicios hallados en la escena, todo apunta a que el ingreso de estos intrusos fue por una puerta trasera.

Es sabido que en este tipo de atracos nocturnos, el efecto sorpresa es determinante para el éxito del golpe.

Es por ello que los ladrones realizaron todas las maniobras necesarias para abrirse paso en la vivienda con sumo sigilo.

Tal es así que las víctimas recién cayeron en que estaban sufriendo un robo, cuando se encontraron cara a cara con tres desconocidos en el comedor.

La primera en ser abordada fue la mujer, que fue tomada de los pelos por un sujeto.

Naturalmente, su esposo reaccionó ante semejante vejación y, cuando intentaba rescatar a su esposa, también terminó siendo reducido por otro de los asaltantes, que lo golpeó ferozmente.

Así, en cuestión de minutos y como se tratara de un simple trámite, los delincuentes lograrán tomar el control de la escena de forma expeditiva y sin mayores complicaciones.

BUSCABAN “LOS VERDES”

Los ladrones dieron por sentado que en esa morada había “una gran cantidad” de divisas norteamericanas.

Fue así que comenzaron a exigir a las víctimas que indicaran el lugar en el que, según suponían, tenía guardados “los billetes verdes”.

Para ello emplearon una serie de amenazas y agresiones físicas.

La intimidación y, el hecho de que el damnificado estuviera totalmente inmovilizado, no les bastó a estos sujetos que decidieron subir el nivel de violencia al máximo con tal de cumplir con su objetivo.

Fue así que los asaltantes arremetieron una y otra vez contra la humanidad del propietario.

Finalmente, tras una horas de registro e intrusión en los ámbitos más íntimos del domicilio, los sujetos abandonaron la escena con el botín.

 

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