“Fallout”: tiros, clases sociales y humor negro en un mundo posnuclear

En el principio, hubo un videojuego: en 1997, cuando la ansiedad nuclear parecía ya cosa del pasado, convertida en mero divertimento pop, Tim Cain diseñó “Fallout”, un juego posapocalíptico que transcurría en un mundo que había sobrevivido a una guerra nuclear guarnecidos en grandes refugios anti-bomba. Un juego de rol y acción, que tomaba el imaginario de aquellos años de pánico atómico y lo expresaba a través de una estética retro: televisores de tubo, tecnología atom-punk y hasta una mascota para los refugios que homenajea a los comerciales de la Guerra Fría y la vieja animación.

El combo fue un éxito. Desde entonces, “Fallout” entregó cinco entregas más, y varias expansiones, y, en la era en la que toda franquicia de éxito llega a la pantalla, no le podía faltar su serie de televisión. La misma debutará en Prime Video el jueves, impulsada por los esposos Jonathan Nolan y Lisa Joy, productores ejecutivos de la serie “Westworld”.

Las dos, claro, tienen bastante en común. La serie de Max recorría varios mundos, según la fantasía de sus clientes, pero transcurría principalmente en un parque de diversiones temático del Salvaje Oeste, un futuro distópico; también “Fallout” transcurre en un futuro menos que ideal, y comienza cuando de los refugios atómicos emerge una moradora e ingresa al Yermo, una versión radiactiva de aquel mundo sin ley y con mucho polvo y cantos rodados.

LA TRAMA

Es en un mundo en donde no queda casi nada que puedas tener. Doscientos años después del apocalipsis, los gentiles habitantes de los lujosos refugios nucleares son obligados a regresar al infernal paisaje irradiado que sus ancestros dejaron atrás -y se sorprenden al descubrir un universo increíblemente complejo, alegremente extraño y altamente violento, que les espera.

Uno de estos moradores es Lucy, encarnada por Ella Purnell, una optimista moradora de uno de los refugios, con un espíritu muy positivo y típico de los estadounidenses, que cree que todo lo puede hacer.

“Fallout” se basa en un exitoso videojuego de rol y acción de estética retrofuturista

Pero su naturaleza pacífica e idealista es puesta a prueba cuando es obligada a ir a la superficie para rescatar a su padre: Aaron Moten es Maximus, un soldado que llega al rango de escudero de la Hermandad del Acero. Él hará todo para alcanzar las metas de la Hermandad, de llevar la ley y el orden al Yermo, el terreno inhóspito tras el apocalipsis. Tras ellos, un cazarrecompensas moralmente ambiguo que lleva consigo los 200 años de historia del mundo posnuclear, y al que le falta la mitad de la cara. Y además de criminales sin ética ni ley, habrá, claro, insectos gigantes y animales mutantes.

Como en el juego, la serie aborda a través de esta historia de refugios y tierras arrasadas la división de clases, además de comentar sobre otros problemas del presente. “Lucy es encantadora, valiente y fuerte... y luego ves que se enfrenta a la realidad de ‘che, tal vez las cosas supuestamente virtuosas con las que crecí no son necesariamente tan virtuosas’... Tenés tu punto de vista porque nunca te quedaste sin comida, ¿no?”, destaca Jonathan Nolan, hermano del oscarizado director.

Sin embargo, “Fallout” promete introducir otro elemento presente en los juegos pero ausente en muchas alegorías de ciencia ficción (incluso “Westworld”): el humor, irreverente y negrísimo, que acompaña a todas las ediciones de la franquicia.

Pero no es esta la característica que le permitió a Nolan y Joy avanzar en este proyecto, sino el éxito de otra serie, “The Last of Us”, que generó un nuevo boom de las adaptaciones de videojuegos a la pantalla.

“Cuando Todd Howard, de Bethesda (la actual productora de los videojuegos) y yo nos sentamos a comer por primera vez, el listón no sólo no estaba alto, sino que era inexistente, sobre todo en la televisión”, explicó Jonathan Nolan, también director de la serie.

“Había gente que adaptaba un juego en primera persona y un estudio decía: ‘Así que la serie va a tener un punto de vista en primera persona’. No, eso es una forma gramatical del juego, no es así como se adapta”, añadió el director de “Fallout”.

“Siempre es bueno ser el primero”, añadió Jonathan Nolan. “Pero cuando alguien hace algo tan bueno como ‘The Last of Us’, lo hace más fácil, porque de repente todo el mundo entiende lo que es posible”.

¿Y “WESTWORLD”?

Comprometido ahora con “Fallout”, ¿dónde deja eso su anterior serie, “Westworld”? Nolan y Joy vieron cancelada aquella serie en Max, tras cuatro entregas, pero esperan que alguien les de la oportunidad de darle un cierre.

“Somos completistas”, dijo Nolan cuando se le preguntó sobre la posibilidad de retomar el universo de Westworld. “Me llevó ocho años y un cambio de director hacer ‘Interstellar’ (de la que es productor). Nos gustaría terminar la historia que empezamos. Estoy muy orgulloso de lo que hemos hecho. Fue una experiencia extraordinaria. Creo que sería un error echar la vista atrás y lamentarse de cómo terminó. Pero sigue habiendo muchas ganas de terminarla”, reconoció Nolan.

Cuando se le preguntó al showrunner si tenían algo en mente en forma de película o de especial, este agregó: “Lisa y yo teníamos un plan desde el principio. Nos gusta terminar nuestras historias cuando podemos. Si hay una oportunidad en algún momento, sin duda la aprovecharemos”.

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