Sin “jaqueados”, la Selección se muda a Nueva Jersey en busca de la gran final

La Selección nacional se entrenó en Houston, donde volverá a moverse hoy antes de levantar vuelo con destino a Nueva Jersey, ciudad en la que el jueves irá en busca de la final de la Copa América en el MetLife Stadium, un escenario por el que pasó en oportunidad de enfrentar a Chile por la segunda fecha del Grupo A clasificatorio. Ahí Lionel Messi sufrió la molestia física que le costó la presentación anterior, contra Perú, y lo puso en duda para los cuartos de final, que la Scaloneta pasó en una electrizante definición con remates desde el punto ante Ecuador.

En los términos descriptos, el representativo albiceleste sólo cumplirá una práctica en Nueva Jersey, el lunes, en la previa de la semifinal, con el agregado de una conferencia de prensa a cargo de Lionel Scaloni, quien hasta entonces deberá atender, al margen de la diagramación del partido contra el ganador del segundo partido de cuartos de final jugado anoche, la recuperación de los jugadores “jaqueados” por molestias, empezando por Messi, quien llegó con lo justo al encuentro del jueves, continuando con Lisandro Martínez, quien debió ser reemplazado en el segundo tiempo, y otros que sintieron el gran despliegue físico realizado.

Por lo pronto, en el día posterior a la clasificación a semi, el cuerpo técnico dispuso tareas regenerativas para los titulares frente a Ecuador, y de mayor exigencia para quienes ingresaron o quedaron al margen de la cuarta presentación de los defensores del título en el certamen continental que tendrá a su campeón la noche del domingo 14 de julio en el Hard Rock Stadium, de Miami.

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Lo referido permitió certificar que Messi no evidenció inconvenientes en relación a la sobrecarga en el recto anterior de la pierna derecha que había sufrido contra Chile y lo hizo jugar en inferioridad contra los ecuatorianos. En su momento, tras el partido ante Chile, al capitán se le realizaron estudios que no mostraron lesión alguna, aunque recuperación le demandó más de una semana y en su reaparición se vio que no estaba óptimo desde lo físico y lejos de su habitual rendimiento.

Tras la clasificación, Leo contó que durante la semana fue “tratando de sacar la molestia que tenía, el dolor, entrenando de a poco, sintiendo un poco de miedo, soltándome de a poco. En los últimos entrenamientos me sentí mejor y pensé que podía estar”.

Confesó que “me sentía bien, no tenía molestias, nada. Por ahí sí un poco del miedo psicológico de tener una lesión o una molestia siempre está, pero a nivel muscular no tenía nada. Me preguntó (Scaloni) si estaba para jugar y le dije que sí”.

Otros que estuvieron en foco ayer fueron Nicolás González, quien solamente acusó un agotamiento por el despliegue realizado sobre el carril izquierdo, y Lisandro Martínez, que sintió una sobrecarga y por este motivo el entrenador lo reemplazó por Nicolás Otamendi.

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La salida del marcador del Manchester United fue uno de los tópicos que se tocaron en las horas posteriores a la clasificación del jueves, y desde el cuerpo técnico se insistió con que Scaloni lo sacó para “cuidarlo” porque estaba “cargado”.

A propósito del atacante de la Fiorentina y Nicolás Tagliafico, del Olympique de Lyon, quedaron en capilla al ser amonestados ante Ecuador, porque de sumar una tarjeta amarilla más en semifinales, automáticamente quedaran sin chances de jugar la final. Los sancionados con tarjetas en la ronda clasificatoria, como Rodrigo De Paul y Leandro Paredes, se “limpiaron” justamente al finalizar el Grupo A.

Si bien es prematuro avanzar sobre un probable equipo inicial para el martes en Nueva Jersey, con dos entrenamientos por delante en el marco de una etapa de competencia intensa, con poco tiempo de recuperación, lo exhibido en la presentación anterior parece plantear un par de interrogantes, por respuestas individuales que impactaron a nivel de equipo en el marco de un partido de cuartos de final que puso a la Scaloneta a un paso de la eliminación.

Enzo Fernández es uno de los jugadores cuya presencia en semifinales parece estar en peligro, siendo Leandro Paredes el candidato natural para ocupar ese espacio en la mitad de la cancha, y el otro es Nicolás González, en particular porque detrás suyo está Ángel Di María, quien en Houston no sumó minutos.

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