Racing no pudo: el Rojo defendió como pudo

El clásico de Avellaneda, que no pasó del 0-0 entre Racing e Independiente, tuvo de todo, porque hubo jugadas que alimentaron la polémica y un par de expulsados, también con reclamos, pero le faltó la emoción del gol, porque hubo uno anulado por milímetros, para que la alegría hubiera sido completa para alguno de los dos equipos

En este contexto, Racing, de local, igualó sin anotaciones con Independiente, que terminó con dos jugadores menos, por la duodécima fecha de la Liga Profesional y no aprovechó la oportunidad de llegar al liderazgo del campeonato que por ahora sigue en manos de Huracán.

A pesar de las expulsiones de Damián Pérez, por cortar un ataque en posición de último hombre, al menos en la interpretación del árbitro Nicolás Ramírez, y Federico Vera, por doble amonestación, y el mal planteo de Julio Vaccari, el entrenador del Rojo, la Academia no pudo conseguir los tres puntos para alcanzar a Huracán, que va primero en la tabla con 24 unidades, escoltado por Atlético Tucumán, que hoy será visitante de Rosario Central en el Gigante de Arroyito.

Por otra parte, Independiente alcanzó su cuarto partido sin perder, con dos empates sin goles ante San Lorenzo y Racing, y dos triunfos en donde tampoco le convirtieron ante Estudiantes, p0or 2-0, y Central, 1-0.

A los 29 minutos de la primera etapa, Baltasar Rodríguez se iba solo en la mitad de la cancha, a la vuelta de un tiro libre que había tenido a favor el conjunto visitante, y Damián Pérez lo cortó sin buscar la pelota, lo que le valió la expulsión directa al lateral en el peor momento de Independiente, ya que estaba muy flojo en defensa, sobre todo en el retroceso en los avances de Racing.

En el final de la primera etapa, a los 46 minutos, Rodríguez metió un centro largo al área chica que conectó con la cabeza Roger Martínez, pero al desviarse en la cara de Santiago Sosa, tras una revisión del VAR, el árbitro decidió anular el gol de Racing. Fue necesario una larga evaluación para certificar la posición del jugador de la Academia, que terminó siendo considerado en posición adelantada por una distancia infima.

Como sucedió en el primer tiempo, la imprudencia de Independiente, muy cerca del final del partido, lo dejó con otro menos: la repetición de infracciones de Federico Vera obligó al árbitro Nicolás Ramírez a mostrarle la segunda amarilla y la roja para que vaya rumbo a los vestuarios, dejando abierto un final verdaderamente electrizante, porque el equipo de Gustavo Costas fue por todo frente a un rival que resistió como pudo.

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