El retorno de “Don Fiado”: rebusque para el bolsillo y ventas en caída
Edición Impresa | 9 de Agosto de 2024 | 01:33

“El que fía no está, salió a cobrar”, dice la frase popular en los comercios que parece haber quedado en el olvido pero todavía se usa. Por la crisis, el consumo sigue en caída libre y eso trajo el resurgimiento de viejas prácticas. La gente no llega a fin de mes y recurre al comercio amigo en busca del fiado, que ahora asume características de época: ya no se puede esperar un mes a cobrar por el impacto de la inflación.
La recesión no perdonó a ningún sector y la caída de las ventas también se siente con fuerza en los comercios de barrio, donde los vecinos ya no sólo se achican en las compras. No bien avanza el mes recurren al almacenero amigo para adquirir productos de la canasta básica, por medio del “anotámelo” como modo financiación.
Dirigentes del rubro explicaron a este diario que en los locales de cercanía el “cuadernito” del fiado está cada vez más vigente, pero se aclaró que no se otorga como se hacía tradicionalmente, porque “si hacemos eso perdemos el negocio”, recalcó Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA).
De todas maneras planteó que en el sector nunca se terminó el fiado. “La tarjeta de crédito no era normal en nuestro comercio y hoy la gente pregunta si se puede pagar a través de este medio. Entonces, termina siendo lo mismo que el fiado, porque si decís que ‘no’ perdés al cliente. Pero cuando las ventas están complicadas también le das la posibilidad tanto a quien conoces como no, aún sabiendo que de este modo el pago no es inmediato”, indicó.
“Le damos fiado a gente de confianza, que pide a fin de mes”, contó un comerciante local
Ricardo Cuevas, almacenero de Berisso y dirigente de la Federación del sector en la Región, coincidió, y aseguró que “hace varios meses que existe el fiado”, pero a su vez comentó que “hay comerciantes que no ofrecen mucho esta modalidad, porque la situación en la que está el sector no lo permite”.
Otras de las cuestiones que trae aparejada esta práctica es a quién otorgar esta posibilidad, frente a la compleja situación que atraviesan comercios y consumidores. “Le fiamos a los clientes de toda la vida, a los jubilados, en el marco de un ida y vuelta entre el comerciante y el cliente”, contó el titular de FABA.
Además, Savore, con 40 años en el sector, hizo hincapié en la confianza, ya que bajo su tutela es que surgió este sistema de ventas. “Es un común acuerdo que se basa en la confianza, porque se trata de clientes a quienes conocemos. Entonces, si me dice que necesita fideos, yerba, azúcar, lo anoto, porque se quién es, donde vive, conozco a su familia, y a los tres días viene y me paga”.
En la misma línea se expresó Cuevas: “Le fiamos al vecino que compra siempre”. Aunque ambos no descartaron que en algunas circunstancias suelen acceder al pedido de quienes no frecuentan el comercio.
“No tenemos opción. Si decimos que no por ahí perdemos el cliente”, indicó referente del sector
Respecto al monto y al tiempo de financiamiento, los comerciantes indicaron que generalmente el fiado se solicita a fin de mes, y un poco antes también. Mientras que las compras, generalmente, no superan los 20.000 pesos.
“Se trata de un fiado de tres o cuatro días, a fin de mes. Son montos pequeños que van entre los 3.000 y los 20.000 pesos, por eso la gente lo pide y cumple, viene y paga”, explicó Savore.
Lo mismo especificó su par de Berisso pero advirtió que “el 15 ya empiezan a pedir fiado, porque a partir de esa fecha se compra menos”.
En cuanto a la cancelación de la deuda, Cuevas señaló que “la gente paga lo que debe cuando cobra, otros no”. Y explicó que “el fiado se anota en un cuaderno y se realizan un ticket. Ahora, si pagan con Cuenta DNI se detalla la compra y cancela la deuda los días de promoción”.
los que piden y no vuelven
En una recorrida por la Ciudad, Gabriela, dueña de un comercio de 3 entre 47 y 48, contó a este diario que están trabajando con esta modalidad, pero “no mucho”, aclaró. También indicó que la solicitud llega después del 15, para comparar productos esenciales. “Llegamos a dar 100.000 pesos de fiado, algunos pagan y otros no vinieron más. Por la situación que estamos atravesando nos da lástima porque no llegan. El tema es que después nos pagan con la cara de la otra moneda”, contó.
Situación similar describió una comerciante de 4, entre 45 y 46, al explicar que el fiado lo otorgan a conocidos, que a fin de meses acercan el pedido, y no bien cobran saldan la deuda.
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