Chile gira a la derecha: la tercera fue la vencida para Katz

Se impuso por más del 58% de los votos contra la oficialista Jara. Prometió un plan “implacable” para restaurar la seguridad y el orden en el país. Milei lo celebró

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En su tercer intento, José Antonio Kast, del derechista Partido Republicano, se impuso en las urnas sobre su contrincante izquierdista Jeannette Jara, quien reconoció la derrota. Con más del 98% de los votos escrutados, Kast obtuvo 58,21% de los sufragios, contra 41,79% de Jara, candidata del oficialismo con elactual presidente Gabriel Boric a la cabeza.

Anoche el presidente Javier Milei celebró el resultado y calificó de “aplastante” el triunfo de su amigo. “Estoy seguro de que vamos a trabajar juntos para que América abrace las ideas de la libertad y podamos liberarnos del yugo opresor del socialismo del Siglo XXI…!!!”, concluyó desde sus redes sociales.

Más sobrio que otros líderes de la misma ideología, Kast, un devoto católico, prometió un plan “implacable” para restaurar la seguridad y el orden en Chile.

De 59 años y padre de nueve hijos, Kast es un abogado ultraconservador sin reservas: rechaza el aborto incluso en casos de violación, la píldora anticonceptiva de emergencia, el divorcio, el matrimonio homosexual y la eutanasia.

Lleva 30 años en política sin la estridencia de líderes de derecha como el brasileño Jair Bolsonaro o el argentino Javier Milei, con quienes le gusta compararse. “Es mucho más conservador como personaje y no tiene una personalidad muy carismática”, dice Robert Funk, profesor de ciencia política de la Universidad de Chile.

SU RECORRIDO LEGISLATIVO

Sus logros como diputado se limitan a la aprobación de leyes que permitieron colocar estatuas, vender lentes para la presbicia sin receta médica, otorgarle a una monja un pasaporte chileno y loterías regulares.

Admirador de la dictadura que impuso Augusto Pinochet desde 1973 hasta 1990, se ganó el favor de los chilenos con su promesa de atacar de frente a la criminalidad y deportar a casi 340.000 migrantes irregulares, en su mayoría venezolanos.

La percepción de inseguridad supera por mucho la evidencia de que Chile sea un país tomado por el crimen, pese al repunte de delitos en los últimos años.

“Este gobierno generó caos, desorden e inseguridad. Y nosotros vamos a ir a la inversa”, asegura Kast, quien asumirá el 11 de marzo. Fue elegido en medio de una ola conservadora que barre a América Latina y tras el segundo triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.

BLINDADO Y CON REVÓLVER

El fundador del Partido Republicano realizó varios actos de campaña detrás de un vidrio blindado y reveló que tenía un revólver con cinco balas.

Una de sus promesas es la de aumentar el poder de fuego de la policía. Aun así “se lo ve muy sobrio, muy pragmático, muy pausado y muy calmado al lado del resto” de líderes de extrema derecha con los que se compara, indicó la periodista Amanda Marton, coautora del libro “Kast, la ultraderecha a la chilena”.

Está casado con María Pía Adriasola. En 2017, su esposa relató en una entrevista que Kast le prohibió usar pastillas anticonceptivas.

Kast es el menor de 10 hijos de un matrimonio de alemanes que emigró a Chile y levantó un próspero negocio de embutidos que heredó.

SU PADRE, NAZI

Investigaciones periodísticas revelaron en 2021 que su padre era miembro del partido nazi de Adolf Hitler. Pero Kast afirmó que fue un recluta forzado del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial y empresarial que fuera nazi.

A la jubilada María Eugenia Rosas, de 69 años y residente en Temuco, le atraen sus formas y su franqueza: “No se altera, no insulta y no provoca”, dice. En cambio la pensionada Erika Arredondo, de 70 años, siente temor. “Es una persona que es como el cuento del lobo. Un lobo que se disfraza de gente buena”, comenta en Santiago. Su llegada al poder supone el primer triunfo de la ultraderecha desde el fin de la dictadura.

¿MODERADO?

Siempre atildado, dejó ver de vez en cuando una sonrisa en momentos de tensión en los debates de esta campaña. Aunque suele mantener la calma, puede ser autoritario, según excolaboradores.

“O estás con él, o él está contra ti”, recuerda Lily Zúñiga, quien trabajó con él en la Unión Demócrata Independiente (UDI), donde militó durante dos décadas. “Él siente que no nació para cosas menores”, añade.

Kast renunció en 2016 a esa formación porque dejó de “transmitir las ideas” que defiende.

Tres años después, fundó el Partido Republicano, que conduce con una mezcla de “simpatía personal” y un “fuerte control”, según Javiera González, coautora del libro “Kast, el mesías de la derecha chilena”. Su vocera de campaña, Mara Sedini, destaca su “ética de trabajo”. “Con las cosas que hay que ser tozudo, es tozudo” pero también es capaz de “flexibilizar e ir aprendiendo”, añade.

Kast tomó revancha de sus derrotas. “¿Cuántas veces nos dijeron que era imposible, que no lo íbamos a lograr?”, dijo. “Algunos se reían, nos subestimaban y otros incluso nos ningunearon”.

 

 

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