VIDEO. Estudiantes recibió un penal del cielo para un sufrido triunfo ante Banfield

Por MARTIN CABRERA

mcabrera@eldia.com

Del cielo. Toda la noche se esperó la lluvia y lo que cayó no fue agua sino un penal muy polémico para abrir el partido. No fue la mejor versión de Estudiantes, que gracias a ese discutido fallo de Sebastián Zunino logró la pena máxima para derrotar 1-0 a Banfield y estar arriba en la zona A.

La jugada del penal será la que se llevará minutos y horas de discusión en la jornada de hoy. En la cancha los hinchas poco pudieron juzgar porque fue imperceptible. Pero luego cada uno la habrá observado y pocos serán los que dirán con seguridad que fue sancionable. Muchas veces se la cobraron en contra, esta vez a favor. Y así pudo romper el partido.

A diferencia de sus otras partidos jugados como local, anoche no fue ambicioso en el arranque. No superó a su rival como lo había hecho con Unión y Racing. No fue el mismo equipo voraz. Luego se vería que tampoco lo fue en adelante. Le costó.

Edwuin Cetré se recostó bien a la izquierda pero no logró nunca ser la llave para abrir el partido. Solo una vez, a los 4 minutos, pudo superar al marcador, llegar al fondo y tirarle un centro a Guido Carrillo, que desperdició una chance inmejorable debajo del arco.

Después de esa llegada no pudo sacar chapa. Errático en la mitad de cancha y apagado en los metros finales. Extrañó el desequilibrio por las bandas y no encontró al jugador de la noche. No fue el partido de José Sosa y eso puede explicar un poco la falta de juego. La mitad de cancha, desde donde empezó a ganarle el partido a Racing no funcionó en ese período.

Es verdad que fue ordenado y salvo dos desbordes por izquierda de Banfield (un claro remate de Bisanz y un tiro de Alanis) no fue sorprendido. Tal vez demasiado anunciados los pases y el traslado de la pelota. No sorprendió y no despertó nada en sus hinchas.

La peor versión la mostró en los minutos finales. Desorientado, impreciso y con dudas producto del mal funcionamiento colectivo. La sensación en el estadio era que podía sufrir un gol si el rival apuraba un poco. Es más, casi se equivocan Mansilla y Arzamendia en un pelotazo frontal que ellos mismos potenciaron. Lo mejor que le pudo haber pasado fue el pitazo final de Sebastián Zunino para irse al vestuario a buscar aire e ideas para un mejor segundo tiempo.

No mejoró el equipo y siguió enredado en esa telaraña que le propuso el rival pero básicamente por sus propias falencias. No tuvo ideas y lució cansado mentalmente. No mostró la lucidez de mitad de cancha para adelante y volvió a sufrir la falta de un conductor. No pudieron ser Palacios, Cetré ni más tarde Manyoma el jugador que rompiese líneas.

El Pincha se fue quedando en intentos que no condujeron a ningún lado. Muchas discusiones y un juego que tuvo la dinámica que le propuso la visita: lento. Apenas un cabezazo de Palacios y la jugada de Malonado que avisó el VAR para tener la chance más clara de romper un partido cerrado como comercio un 25 de diciembre.

Entre ese momento y la ejecución de Lucas Alario pasaron 10 minutos. Eterno fue el momento para que el exRiver se parara frente a la pelota. Pero no le importó el tiempo ni que le pisaran el punto del penal. Ni miró al arquero y le rompió el arco con un derechazo para el 1-0, que no era merecido pero sí muy festejado. ¿Fue penal? Lo dicho anteriormente: una jugada que se discutirá un largo tiempo. Dejó sus dudas. Muchísimas. Pareció más falta de Carrillo.

De ahí en adelante los últimos 15 minutos se jugaron con mucho nervio. Fue a buscar el empate Banfield y dejó espacios para la contra. Estudiantes, ya con Manyoma, Alexis Castro, y el mencionado Alario tuvo algunas llegadas pero ninguna tan clara. Evidentemente el penal cayó del cielo y fue una verdadera bendición para un equipo que no mostró su mejor versión pero consiguió el gol cuando los caminos se cerraban y logró un triunfo por el cual no había hecho tanto. Ahora mira a todos desde arriba al menos mientras estuvo en cancha.