Noche agitada y un negocio para cuidar el invicto
Edición Impresa | 8 de Febrero de 2025 | 04:40

Esforzado y muy valorado fue el empate que consiguió este Estudiantes invicto en un escenario donde nunca terminó de sentirse cómodo.
Independiente Rivadavia lo complicó bastante hasta mostrarlo impotente en ofensiva, ya que no generó peligro en todo el primer tiempo.
Domínguez estuvo bien en hacer los primeros cambios en el entretiempo. El ingreso de Edwuin Cetré fue clave. Su picardía y atrevimiento lo convirtieron en uno de los destacados de la noche.
Sin dudas, no fue la mejor producción del Pincha, pero supo reaccionar en el complemento. Su rival hizo valer la localía hasta conseguir que el huésped la tuviera difícil en tierra mendocina. El León jamás fue dueño del trámite.
incómodo, con escasa tenencia y sin generar situaciones de gol
Estudiantes no pudo parecerse al que fue (brillante por cierto) en la gran victoria ante Racing, durante toda la primera etapa.
Independiente Rivadavia lo embarulló siendo enérgico en la mitad de la cancha, eficaz en la presión y ambicioso cada vez que se acercó al área Pincha. El mediocampista Luis Sequeira fue el más desequilibrante con el balón y se hizo notar como el conductor del local.
Domínguez quedó preocupado y disconforme porque sus hombres no pudieron sobresalir. Desnudo de actuaciones individuales como para resaltar, el entrenador albirrojo se fue al entretiempo definiendo los primeros cambios.
Corriendo mucho y derrochando enjundia para hacerse respetar ante uno de los mejores equipos del país, la Lepra redondeó un buen comienzo. Sosa, Palacios, Alario y Manyoma quedaron atrapados en el vértigo del rival.
El DT tomó nota: sacó a Sosa y a Manyoma, de floja noche
No haber generado ni una situación de riesgo concreto durante el primer capítulo fue demasiado para el DT y no dudó en sacar al colombiano y a uno de los que más sufrió el ritmo intenso impuesto por los anfitriones.
El ingreso de Edwuin se hizo notar desde el inicio por su movilidad y permanente búsqueda del balón.
El partido cambió por completo, se hizo electrizante y los sucesivos goles pusieron un condimento fundamental.
Estudiantes creyó que lo ganaba cuando Gabriel Neves abortó los festejos por el golazo de Sebastián Villa, marcando su segundo gol consecutivo. Pero no fue así. Había un alarido más para completar una noche repleta de vaivenes emotivos.
Haber vuelto con un punto no está mal para quien tiene sueños de protagonismo.
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