Médicos advierten que el brote de sarampión podría ser “imparable”

No puede resultar preocupante el alerta lanzado en estos días por el Colegio de Médicos bonaerense, en el sentido de que el brote de sarampión en la Provincia podría resultar “imparable” si no se concreta una “una campaña de vacunación efectiva”. La entidad médica enfatizó en que el sarampión es una enfermedad “altamente contagiosa”.

Tal comunicación se conoció en el contexto de la aparición de nuevos casos en el área metropolitana (AMBA), en tanto que también se conoció un alerta epidemiológico lanzado por la Organización Panamericana de la Salud.

También en Estados Unidos es tema sanitario de alta preocupación porque ya se registraron 164 contagios durante los pocos meses que van de 2025, la mayoría menores de 20 años residentes en Texas.

Ante el aumento de casos a nivel mundial entre 2023 y 2024, y frente al cuadro que se registra en el país, esa entidad respaldó “a la vacunación como la única herramienta posible para evitar una epidemia”, se expresó a través de un comunicado.

Aunque “no hay un tratamiento antiviral específico para el sarampión”, afirman que “dos dosis de la vacuna MMR proporcionan la mejor protección contra cualquier cepa del sarampión de forma duradera”.

Al advertir el contexto, la OPS solicitó a las autoridades nacionales y provinciales en materia sanitaria, “instrumentar y/o reforzar todas las políticas para plasmar campañas de vacunación e informativas, de modo de garantizar de manera efectiva la salud de la población”.

Distintas fuentes médicas informaron quel el sarampión es una enfermedad viral, altamente contagiosa, que puede presentarse en todas las edades, con efectos degenerativos tardíos que no tienen tratamiento, o incluso causar la muerte.

Se informó que el sarampión se transmite mediante gotas de aire de la nariz, boca, o garganta de una persona infectada. El virus puede persistir en el aire o sobre superficies, siendo activo y contagioso por 2 horas.

Los contagios más recientes en nuestra zona corresponden a una persona adulta, sin registro de vacunación, a un bebé menor de un año, y dos adolescentes de 16 y 19 años, todos vinculados a la cadena de transmisión del primer caso.

En modo alguno se trata de no incurrir en actitudes alarmistas, pero sí debe recordarse que desde hace tres años distintas entidades médicas del país vienen alertando acerca de la brusca caída en los niveles de vacunación antisarampionosa y sobre la posibilidad de un rebrote de esa enfermedad.

El alerta formulado ahora por diversas fuentes médicas obliga a las autoridades sanitarias a impulsar enérgicos programas de concientización, destinados a que la población cumpla a rajatabla con ellos.

No debería dejar de sopesarse que la caída en los niveles de vacunación se registró con muchas otras enfermedades, como efecto no deseado de la pandemia del Covid 19 y del temor al contagio que invadió a vastos sectores de la población, que dejaron de llevar a sus niños o acudir ellos mismos a hospitales y centros de salud a recibir los programas de inmunización.

En esa tarea concientizadora es también vital el aporte que deben brindar los médicos.