Con nueva mayoría: la Corte rechazó la licencia de Lijo
Edición Impresa | 7 de Marzo de 2025 | 03:11

La Corte Suprema de Justicia rechazó ayer el pedido de licencia de Ariel Lijo en su cargo al frente del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 4, en Comodoro Py, y sostuvo que, para asumir como nuevo integrante del máximo tribunal de la Nación, debe renunciar a sus actuales funciones.
La decisión fue anunciada tras la habitual acordada de los jueves de la Corte, e implica que Lijo no podrá asumir en el máximo tribunal si no presenta primero su renuncia al juzgado federal.
Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz, y Manuel Garcia - Mansilla decidieron no otorgarle la licencia extraordinaria para poder asumir en la Corte sin tener que dejar su cargo en Comodoro Py, mientras que el voto de Ricardo Lorenzetti -quien sería su mentor- fue en favor de tomarle juramento ayer mismo.
Lijo fue designado por decreto y en comisión en el alto tribunal por el presidente Javier Milei, junto a García -Mansilla, quien juró́ la semana pasada.
En ambos casos el nombramiento es hasta el 30 de noviembre de este año, y en el caso de no contar hasta entonces con acuerdo del Senado deberán cesar en su función.
Los pliegos de García -Mansilla y Lijo corrieron con tratamiento diferente en el Senado, ya que mientras este último logró obtener dictamen de la Comisión de Acuerdos, el primero ni siquiera logró esa aprobación.
De todos modos, para tener acuerdo de la Cámara alta los pliegos de los jueces -así como los de diplomáticos y militares de las tres Fuerzas Armadas-, deben recibir aprobación en el recinto de sesiones, cosa que no pasó en ninguno de los dos casos, pese a los varios meses transcurridos desde que los envió el Poder Ejecutivo.
Ambos, finalmente, fueron designados en comisión por decreto del Poder Ejecutivo en una medida cuestionada por sectores de la oposición, por producirse a pocas horas de que finalice el receso del Congreso.
UNA NUEVA MAYORÍA ASOMA EN LA CORTE SUPREMA
Apenas conocido el fallo, en los tribunales se comenzó a especular con que esta votación es un anuncio de lo que podría ser una nueva mayoría en el máximo tribunal de Justicia, al menos en la decisión de las cuestiones de superintendencia, administrativas. O al menos hasta que García-Mansilla logre estabilidad como juez, ya que su designación por decreto en comisión vence a fin de año. Si no es que antes el Senado decide apartarlo del cargo.
La jura de García-Mansilla, más allá de la constitucionalidad o no del decreto que lo nombra, lo posicionó en el primer acuerdo de la Corte más cerca del binomio Rosatti-Rosenkrantz, soldando una mayoría contra Lorenzetti.
Esta mayoría no se apreciaría, sin embargo, en las decisiones judiciales, donde cada juez tiene posiciones sentadas en diversos temas, como los asuntos previsionales, laborales, de federalismo, autonomía municipal, seguros. Allí las mayorías cambiarán según el caso.
Pero si se consolidara esta nueva “mayoría administrativa”, se pondría en tela de juicio el deseo de Lorenzetti de sumar la voluntad de los nuevos cortesanos para dirimir sus diferencias con Rosatti y Rosenkrantz.
Por ahora podría decirse que hay sintonía de García-Mansilla con Rosenkrantz en muchos aspectos jurídicos y que ahora se alinearon en lo administrativo. Y aquí Rosatti cuenta con el apoyo de Rosenkrantz.
La Corte había quedado con solo tres miembros el 31 de diciembre último, cuando Juan Carlos Maqueda se acogió a la jubilación, al cumplir 75 años, la edad máxima prevista en por la ley para seguir ejerciendo como juez.
Pese a que el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, expresó públicamente que el tribunal podía seguir funcionando sin problemas con solo tres miembros, el Poder Ejecutivo avanzó con el envío de los dos pliegos mencionados, para que vuelva a tener su número habitual de cinco miembros.
García -Mansilla asumió el jueves de la semana pasada luego de una acordada firmada por Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti. En cambio el nombramiento de Lijo quedó en una especie de limbo jurídico.
Lo que debería ser un proceso normado, con una votación en el Senado, terminó siendo un proceso con fórceps, donde los tropiezos de Lijo le impidieron llegar, por ahora, al tribunal. El decreto fue un atajo, que terminó chocando con el primer obstáculo. Ahora enfrenta otro: que, en rechazo el decreto, el kirchnerismo y la oposición dialoguista confluyan para rechazar ambos pliegos.
LIJO SE REFUGIA EN SU JUZGADO Y ESPERA LA DECISIÓN DEL SENADO
Lijo queda frente a una encrucijada luego de la decisión del máximo tribunal: puede quedarse como juez federal y rechazar la posibilidad de llegar a la Corte Suprema o bien puede renunciar a su cargo como juez para sumarse como el quinto integrante del tribunal.
Todo indica que se refugiaría en su juzgado federal y esperaría la decisión del Senado, ya que su pliego tiene despacho de comisión.
Lijo, actualmente titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal 4, había recibido una aprobación unánime por parte de la Cámara Federal en referencia a su pedido de licencia luego de ser designado por Milei para sumarse como el último integrante del máximo tribunal del país.
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