Urgencias varias en el clásico del “prohibido perder”

Gimnasia y Estudiantes llegan con sus urgencias al clásico del domingo. Después de mucho tiempo los dos arrastran problemas y presiones por igual. Es verdad que son diferentes las situaciones de cada equipo, pero a las 17:30 al que le toque perder estará sentado en una silla incómoda de la cual nadie sabe cómo quedará

Los equipos son cuestionados por sus hinchas. En el Lobo incluso ya hubo un técnico que se tuvo que marchar por culpa de los malos resultados y actuaciones. Y en el Pincha por primera vez en mucho tiempo se escucharon fuertes silbidos tras la derrota como local ante Universidad de Chile por la Copa Libertadores. En ese contexto llega el partido del domingo a las 15:30 y el margen de error es mínimo.

En Gimnasia el cansancio de la gente viene del lado de reiteradas malas campañas y una política de refuerzos Pero luego de sortear el descenso en 2023 hubo una esperanza de pelear por cosas importantes el año pasado y eso no sucedió porque se apostó por el “campeonato económico”. Entonces este año, con un técnico que había mostrado cosas importantes en el inicio, se generó una expectativa desmedida que fue una especie de boomerang. La desilusión se apoderó de la mayoría de los hinchas, cansados de intrascendencia.

En Estudiantes, con otras expectativas, la cosa es similar. A finales del año pasado, con el título de Trofeo de Campeones y el regreso a la Copa Libertadores, se empezó a vislumbrar un

La continuidad de Eduardo Domínguez no parece estar en duda. Ni siquiera una derrota lo haría perder su cargo, aunque sí por primera vez un porcentaje de hinchas lo empezó a cuestionar por los refuerzos pedidos y por los futbolistas elegidos para determinados partidos.

Pero tiene la espalda ancha y objetivos por delante. Porque aun perdiendo Estudiantes seguirá en zona de clasificación a los octavos de final en el Apertura y por el momento está en puestos de octavos de final en la Copa Libertadores. Claro que el panorama en ambos es complejo, pero tiene un porcentaje muy alto y tres títulos en pocos meses que lo ponen en un lugar casi intocable. Que lo puedan criticar, sí, pero no parece ser el fusible que salte pese al momento del equipo.

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Diferente es el caso de Diego Flores, quien no le encuentra la vuelta al rumbo futbolístico de Gimnasia pero que de alguna manera se tuvo que hacer cargo de un plantel armado por el entrenador anterior y sin posibilidades de reforzar algunos puestos. Haber asumido hace dos meses es otro de los puntos que le juega a favor

Nadie se atreve a asegurar que una derrota lo dejará del cargo, pero es indudable que quedará “herido de muerte” al punto que habrá todo tipo de cuestionamientos de los hinchas que primero tienen a la dirigencia en el foco de la protesta y luego el entrenador y los jugadores.

Problemas internos tienen los dos. En Gimnasia se viene a fin de año una elección que podría cambiar el rumbo institucional. Habrá varios candidatos agazapados buscando el sillón de presidente. En el Pincha la CD está “partida” desde hace unos meses por un arrebato personal del presidente Juan Sebastián Verón con el empresario Foster Gillett que no prosperó o pasó a un largo cuarto intermedio. Dejó heridas y cicatrices. Pero la “nueva” gestión lleva apenas un año y no se vieron grandes avances.

Ganar no les salva el año a ninguno. Eso es bien claro porque es un partido que no otorga títulos, el Pincha ganó el anterior y no tiene ninguna racha por romper. Tampoco el local, que si bien tiene más urgencias por jugar ante su gente no lleva la mochila de otros años de dejar atrás una seguidilla de malos resultados en el clásico. Este partido no salva el año pero se lo puede arruinar o complicar al que lo pierda. Llega en un momento incómodo y más propenso a hacer daño que dar soluciones.

¿Sirve el empate? Sí y no. Así como el triunfo no les salva el año a ninguno de los dos, la igualdad les prolonga su mal momento pero les evita una semana larga de crisis y cuestionamientos. Desde lo numérico es la nada misma pero es una aspirina para que no duela la cabeza por unos días. ¿Es el resultado por el que más fuerza van a hacer? Puede ser, pero la tentación por el triunfo tal vez sea más fuerte que el miedo a no perder. A las 17:30 las cartas estarán echadas.

Domínguez, por primera vez, recibe reproches. Mientras que Flores llegó con poco consenso