Misterio y dudas en La Plata: investigan el círculo íntimo de una abuela a la que le robaron 50 mil dólares
Edición Impresa | 2 de Abril de 2025 | 02:36

La tranquilidad de una mañana rutinaria se transformó en pesadilla para una jubilada de 78 años que reside en Olmos. Décadas de esfuerzo y privaciones se esfumaron en apenas cuatro horas, el tiempo suficiente para que uno o varios delincuentes perpetraran un robo meticulosamente ejecutado, arrebatándole su seguridad y su patrimonio. Ahora, en medio de la desolación y la impotencia, la mujer se enfrenta a una angustiante incertidumbre sobre su porvenir.
Aprovechando su ausencia, los ladrones irrumpieron en su hogar, ubicado en la calle 221 entre 44 y 45. Se trató de un golpe limpio. Fueron directo al grano. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los saqueos en donde los ladrones arrasan con todo a su paso, la casa estaba como la había dejado. “Un golpe quirúrgico y premeditado”, indicaron fuentes del caso, lo que hace suponer a los investigadores que los ladrones contaban con información privilegiada sobre la existencia de ese dinero y su ubicación exacta.
La mujer recién tomó conciencia cuando notó que una puerta secundaria se encontraba forzada. Con el corazón acelerado, corrió hasta el escondite de su dinero. Lo encontró vacío. El impacto fue devastador. Sin entender cómo había ocurrido, la desesperación y la angustia se apoderaron de ella. Sus años de trabajo y sacrificio, aquellos billetes que representaban su tranquilidad en la vejez, habían desaparecido sin dejar rastro.
Apenas pudo reaccionar, llamó al 911. La Policía llegó al lugar y, tras preservar la escena, inició las primeras pesquisas. No hubo testigos, ningún vecino notó movimientos raros y, para agravar la situación, la zona carece de cámaras de seguridad. La única posibilidad de encontrar alguna pista depende ahora de una cámara ubicada en calle 44, donde se espera hallar imágenes esclarecedoras.
Las autoridades no dudan de que el robo fue planificado al detalle. Los delincuentes no se llevaron electrodomésticos ni objetos de valor visibles, solo el dinero en efectivo, lo que indica que conocían exactamente lo que buscaban. Las investigaciones apuntan a dos hipótesis: una vigilancia previa que permitió a los criminales establecer la rutina de la víctima, en cuyo caso hubiese habido un poco más de desorden. O la existencia de un entregador que brindó información clave sobre la ubicación del dinero.
Esta última teoría, la del entregador, podría cobrar más fuerza en las próximas horas conforme se vayan conociendo los resultados de la investigación que se viene llevando a cabo. Concretamente, los detectives analizan minuciosamente el entorno de la víctima en busca de pistas que puedan señalar a un posible cómplice. Es común en estos casos que alguien cercano al damnificado, con acceso a información privilegiada, actúe como informante para los delincuentes. Se estudian llamadas telefónicas, interacciones recientes e incluso comentarios casuales que la mujer pudo haber hecho sobre sus ahorros y su lugar de almacenamiento. También se investiga si en los días previos al robo alguien mostró un interés inusual por su rutina o si recibió visitas inesperadas.
Los detectives no descartan que la persona que facilitó la información haya estado en contacto directo con la víctima, ya sea un vecino, un conocido o incluso alguien que compartía con ella algún tipo de parentesco. En muchos casos de robos planificados, los criminales reciben datos de alguien que, por dinero o por contárselo a la persona equivocada, termina proporcionando la clave para actuar con precisión quirúrgica. Por ello, el análisis del círculo cercano de la jubilada se ha convertido en una pieza fundamental del caso.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE