Baño de realidad para el Gobierno: "Nuestro país sangra: está muriéndose la fraternidad, la tolerancia y el respeto"

En la mañana del 25 de mayo, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidirá el tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana, con la presencia del presidente Javier Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel y miembros del gabinete nacional. Durante su homilía, García Cuerva enfatizará la necesidad de que las acciones de Gobierno respalden el esfuerzo de la ciudadanía, destacando que “hay que acompañar con hechos y no solo con palabras el esfuerzo de la gente”.

El arzobispo abordará las “parálisis” que afectan a la sociedad, señalando que no pueden ser postergadas en nombre de un futuro prometedor. Problemas como la malnutrición infantil, la falta de acceso a la educación y la salud, y la situación de los jubilados, instando a que se tomen medidas concretas para abordarlos.

Milei y Villarruel, otra vez juntos

Desde el inicio de la gestión, la relación entre el presidente y la vicepresidenta se presenta como uno de los vínculos más complejos y singulares dentro del gobierno libertario. Aunque ambos llegaron al poder bajo la misma fórmula, respaldados por La Libertad Avanza, las diferencias ideológicas, de estilo y de poder se vuelven cada vez más visibles.

La tensión se hizo pública en diversas oportunidades. Una de las más notorias fue durante el debate por la Ley Ómnibus, donde Villarruel mantuvo reuniones reservadas con senadores del peronismo, algo que fue visto con recelo por el entorno presidencial. Además, la vicepresidenta ha marcado su propio perfil político, con declaraciones que, sin confrontar abiertamente a Milei, denotan una visión alternativa sobre temas clave como la seguridad, la soberanía y el rol del Estado.

A pesar de las fricciones, ambos se cuidan de no cruzar públicamente límites que puedan fracturar formalmente la coalición de Gobierno. La vicepresidenta cumple un rol institucional en el Senado, pero con creciente protagonismo y una agenda que no necesariamente pasa por el despacho presidencial de la Casa Rosada.

Al concluir la ceremonia, ambos se retirarán de la Catedral para continuar con los actos oficiales por la fecha patria.