Colapinto: entre el fervor por el regreso, llegó la hora de la verdad

Por ADRIAN D'AMELIO

adamelio@eldia.com

Temprano se conoció el anuncio de la confirmación del regreso de Franco Colapinto a la máxima categoría del automovilismo. La información brindada por la F1, a través de sus redes sociales, comenzó a circular como reguero de pólvora.

Lo concreto que después de 161 días, Colapinto se volverá a subir a un auto de Fórmula Uno como piloto titular. Será en el Gran Premio de la Emilia Romagna, en el circuito de Imola, un trazado que el argentino conoce bien y donde obtuvo buenos resultados en las categorías menores.

Sucedió algo similar a la temporada, cuando Colapinto sustituyó al estadounidense Logan Sargeant en Williams lo que marcó el regreso de un piloto argentino a la Fórmula Uno después de 23 años.

En este caso, Colapinto ocupará la butaca del australiano Jack Dookan, que era insostenible por su nivel mostrado en la seis primeras carreras -hay que sumarle otra de la temporada pasada- como segundo piloto de Alpine.

La escudería francesa vivió horas frenéticas y convulsionadas después del Gran Premio de Miami, que marcó el punto de quiebre dentro en el corazón del equipo que es propiedad del Grupo Renault.

La renuncia de Oliver Oakes como jefe de equipo, la toma del control de Flavio Briatore, el asesor estrella de Alpine, y tras cartón el anuncio de Colapinto dejaron en evidencia que no se reina el mejor clima dentro de la escudería gala.

Las declaraciones críticas de Pierre Gasly luego de Miami diciendo que “somos demasiados lentos” abrieron otro frente de inestabilidad de un equipo que la temporada pasada llegó hacer doble podio en el GP de Brasil.

Con este panorama se encontrará Colapinto para saltar otra vez a la pista. Ademas fue confirmado para las próximas cinco carreras (ver cuadro aparte) lo que generará una presión extra para el piloto argentino, ya que pese a contar con al apadrinamiento de Briatore, no contará con margen de error.

El circo de la Fórmula Uno es así de despiadado. Todo parece estar rodeado de glamour, pero en el submundo existen multiplicidad de egos, arrogancia y engreimiento como siempre lo fue desde su creación hace poco más de 75 años.

Claro que al margen del fervor de los fanáticos por el anuncio de Colapinto a la máxima categoría del automovilismo internacional, el argentino tendrá la responsabilidad de acompañar a Pierre Gasly, en este caso dentro de la pista, para mejorar el rendimiento de Alpine.

Será todo un desafío para Colapinto, que hasta ayer -antes de ser anunciado como piloto titular- realizó ensayos dentro del programa TPC (Test Previous Cars) al volante del modelo Alpine A523, que tiene dos años de antigüedad, en el circuito de Zandvoort de Países Bajos.

Colapinto tendrá que depositar la máxima concentración en estas cinco carreras. Ser profesional al cien por ciento. Tener la mente focalizada exclusivamente a la evolución del Alpine y no desviarse del camino como ocurrió el año pasado con hechos ajenos al deporte motor, que lo tuvieron como protagonista.

A Colapinto le sobra talento a la hora de manejar, ya lo demostró la temporada pasada en Williams. Ahora le llegó la hora de la verdad para hacerlo en Alpine, otra oportunidad única a punto de cumplir 22 años.