A los 87 años, sigue enseñando yoga y estudia en la Universidad

Carlos Vega Segovia es platense y creó su propio estilo de la disciplina, que practica desde niño. El valor de la vitalidad

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Carlos Vega Segovia, platense de 87 años, es un ejemplo cotidiano de que la edad no es un límite para mantenerse activo ni para hacer lo que a uno le apasiona. Practica yoga desde hace más de siete décadas y ha desarrollado su propia escuela con un enfoque “urbano”. Actualmente estudia Sociología en la Universidad Nacional de La Plata y sostiene con convicción que el movimiento —físico, mental y espiritual— es la verdadera forma de estar vivo. De hecho, comenzó a estudiar técnicas de masaje por casualidad y hoy mantiene una clientela constante.

Desde hace cuatro años vive en Punta Lara. Se levanta a las 6 para estudiar o preparar sus clases de yoga en “La Protectora”, el emblemático club situado en 49 entre 8 y 9. “Después, si tengo agendado turno para masaje o me toca cursar en la universidad, viajo a La Plata”, relató en la charla con este diario Vega Segovia.

Los martes y jueves da clases de yoga y en los momentos libres, estudia. “Siempre llevo los apuntes”, contó. Y tras regresar a casa, continúa repasando hasta la medianoche.

Practica yoga desde pequeño y lo enseña desde hace más de 30 años, motivado por un tío que lo introdujo en la disciplina. “Soy algo más que un profesor: un tratadista que desarrolló una corriente contemporánea, adaptada al paradigma actual”, explicó.

La inquietud surgió después de pasar por varias escuelas. “Me di cuenta que los métodos tenían que cambiar y adecuarse al paradigma en que vivíamos, si no estábamos sacando a la persona de su contexto”, aseguró luego de contar la influencia que también tuvo su visita a la India y al Tibet.

A partir de allí, surgió la idea de aplicar un método de enseñanza útil para la vida cotidiana, basado en teorías que pueden ser discutidas y comprobadas. Su enfoque busca brindar un entrenamiento físico, intelectual y existencial para los alumnos. “No pretendemos que salgan sabios, ni contorsionistas, mucho menos hindúes. Sino que tengan herramientas para que logren arreglar su vida”, indicó Vega Segovia.

Para profundizar su enfoque del yoga, hace tres años comenzó el profesorado en Sociología. Actualmente cursa Teoría Social Clásica y se prepara para exámenes finales de varias materias teóricas como antropología, filosofía, epistemología y teoría política.

“También estudio para mantener entrenado mi cerebro. La parte física es fácil cuidarla. Lo intelectual es más difícil. Se reduce el lenguaje, el universo cultural”, comentó.

También se desempeñó como periodista freelance, vocación que heredó de su padre, Manuel Eduardo Vega Segovia, quien tuvo la oportunidad de entrevistar a Albert Einstein durante su visita a la ciudad y al expresidente Arturo Frondizi.

 

Carlos Vega Segovia

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