Cristina, contra la Corte: “Soy una fusilada que vive”
Edición Impresa | 10 de Junio de 2025 | 02:08

Con duras críticas contra la Corte Suprema, ante un inminente fallo que podría confirmar su condena a prisión y la imposibilidad de ser candidata este año; varios mensajes a la interna del peronismo y una convocatoria a la militancia a movilizar, la expresidenta, Cristina Kirchner, habló ayer en la histórica sede porteña del PJ nacional, por donde todo el día desfilaron en señal de respaldo cientos de sindicalistas, artistas y dirigentes políticos. Entre ellos el gobernador, Axel Kicillof, quien escuchó a la exmandataria en primera fila (ver aparte).
Frente a lo que supone una sentencia adversa en el caso Vialidad, la actual titular del PJ nacional, además de llamar a su partido a estar movilizado, advirtió que “mientras caminen por la calle libres los que hicieron el megacanje, los de las autopistas, los parques eólicos, estar presa es un certificado de dignidad”. Y ató su suerte judicial a su anunciada candidatura a diputada provincial por la tercera sección electoral: “Bastó que hace una semana anunciáramos una candidatura para que se desataran los demonios”, aseguró, para luego cargar contra lo que llamó el “Partido Judicial, un PJ pero judicial”, ironizó y vaticinó: “Quieren poner mi cabeza en una pica (...). Pase lo que pase, que seguramente va a pasar, no nos van a dejar seguir porque tienen miedo”.
Cristina afirmó también que “la casualidad no es una categoría política ni histórica, y los hechos de hoy no hacen más que confirmar esta idea”, al trazar un paralelismo entre el homenaje realizado ayer a los militantes peronistas fusilados en José León Suárez, en 1956, y su situación judicial. Se definió también como una “fusilada que vive”, en alusión al intento de asesinato que sufrió hace dos años y parafraseando la frase que prologa el libro Operación Masacre, de Rodolfo Walsh, que tiene como temática los fusilamientos conmemorados ayer.
MENSAJE A LA INTERNA
La expresidenta también dedicó un tramo de su discurso para enviar un mensaje a la interna peronista: “Tenemos un problema cuando se llega en nombre de un proceso colectivo y en lugar de mirarse y verse como un dispositivo de ese proyecto colectivo, vemos gente que se asume como un proyecto personal”, dijo y convocó a la “una unidad que asegure la victoria, como lo hicimos el 19”. Recordó luego que “en el 23 estuvimos a dos puntos y algo de ganar después de todas las dificultades y defecciones que hubo. Una cosa son los errores y otra las defecciones. A las cosas hay que llamarlas por su nombre”, puntualizó, en una suerte de autocrítico sobre la gestión que compartió con Alberto Fernández.
El mensaje interno de Cristina siguió en la calle, cuando salió de la sede del PJ para dirigirse a la militancia, a la que convocó a “movilizarse, organizarse y ser solidarios”, pero advirtió: “Nadie nos va a creer que somos solidarios si nos despedazamos entre nosotros”.
En ese sentido, planteó la necesidad de una “discusión profunda” dentro del peronismo, al que invitó a “pensar qué sucede que no interpretamos lo que pasa en las bases; lo único que escucho es ‘a ver qué lugar me toca en la lista’. Déjense de joder, si todos han llegado en un proyecto político que nació y se parió en 2003”, recriminó y pidió a los dirigentes “estar atentos a lo que pasa porque esto va a terminar en una gran crisis. No hay posibilidad de final feliz para esto”, aseveró.
Apuntando los dardos contra el gobierno de Javier Milei, Cristina alertó que “este modelo es inviable y tiene fecha de vencimiento”, a la par que desafió: “Dale, métanme presa. (...). Yo estaré presa pero la gente va a estar cada día peor” porque “no hay solución para el país con esta política. Por eso apuntan a que cuando esto se caiga tras las elecciones no haya alternativa organizada para conducir un proceso político que requiere patriotismo y coraje para plantarse frente a los que hay que decirles que no”. Frente a los militantes, la expresidenta acusó también al Gobierno de ponerle “cepo al salario” y cargó trató a sus funcionarios y funcionarias como una “manga de descerebrados y descerebradas” por poner en duda cuestiones como la cifra de 30.000 desaparecidos en la última Dictadura.
Cristina Kirchner saluda a la militancia que se acercó a respaldarla a la sede del PJ / AFP
Legisladores, sindicalistas, artistas, dirigentes y militantes de agrupaciones afines a Cristina se dieron cita ayer en la calle Matheu para respaldar a la expresidenta. La demostración de fuerza del justicialismo se reflejó en las calles con las columnas de militantes de La Cámpora, el Movimiento Evita y Patria Grande (agrupación de Juan Grabois), entre otras. En cuanto a los dirigentes que pasaron por la sede del PJ, en un primer turno se acercaron los diputados Lorena Pokoik, Eduardo Valdés, Vanesa Siley, Daniel Gollán y Leandro Santoro; y los senadores Eduardo Wado de Pedro, Anabel Fernández Sagasti y Mariano Recalde, entre otros.
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