Caso Chocolate: los Albini, presos en casa
Edición Impresa | 3 de Junio de 2025 | 01:53

El exconcejal del Frente Renovador, Facundo Albini y su padre Claudio Albini, fueron beneficiados con la prisión domiciliaria y aguardarán desde sus casas el inicio del juicio oral que investiga el “Caso Chocolate”.
En un fallo dividido la Sala Segunda del Tribunal de Casación Penal bonaerense resolvió que los Albini dejaran la Alcaidía Departamental Roberto Pettinato de Lisandro Olmos para pasar a cumplir su prisión preventiva de forma domiciliaria. Por lo pronto deben esperar las tobilleras electrónicas para su monitoreo.
El ex concejal y su padre, quien fue trabajador de la Legislatura bonaerense, son investigados por los delitos de asociación ilícita y fraude en perjuicio de la administración pública, en la causa que además serán juzgados titulares de las tarjetas de débito que usaba “Chocolate” Rigau cuando fue detenido extrayendo dinero de cajeros automáticos del centro.
DECISIÓN DIVIDIDA
Padre e hijo cumplían su prisión preventiva tras las rejas luego de que la Cámara de La Plata les revocara la prisión domiciliaria otorgada en primera instancia por el juez Federico Atencio. Pero ahora la Cámara de Casación bonaerense restableció este beneficio.
La decisión de Casación fue dividida. Los jueces Fernando Luis María Mancini y Mario Kohan votaron en favor de otorgarles este beneficio a los Albini basándose en el precedente establecido en la misma causa por de Julio Rigau a quien ya se le había otorgado.
En ese sentido adhirieron a lo fallado por el juez Atencio en primera instancia y argumentaron que la equiparación hecha por el magistrado entre la situación de los Albini y la de Rigau tenía “suficiente peso específico”. Además apuntaron que para justificar el encierro es innecesario explicar “de forma concreta y razonada” cómo las circunstancias de los implicados “derivan en su riesgo de fuga o entorpecimiento futuro”.
En contraposición, la jueza María Florencia Budiño se plegó al fallo de la Cámara de Apelaciones que sostuvo que no se puede equiparar a los Albini con Rigau por el rol jerárquico que estos tenían al ser funcionarios.
Tras esta decisión, los Albini vuelven a sus casas, con tobilleras.
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