¿Vuelve a subir la nafta en agosto?

Tras los ajustes registrados en julio, todo indica que el precio de los combustibles volverá a subir en agosto, aunque todavía no hay fecha ni porcentaje confirmados por el Gobierno ni por las principales petroleras. La posibilidad de una nueva suba mantiene en alerta a consumidores y transportistas, en un contexto de inflación persistente y presiones sobre los costos.

Durante el mes de julio, los precios en los surtidores registraron dos incrementos: un 3,5 % el 1° de julio y otro 2,5 % el 19 del mismo mes. 

Los aumentos obedecieron tanto a la evolución del tipo de cambio como al precio internacional del crudo, que se mantiene por encima de los 80 dólares por barril. Además, influye el descongelamiento gradual de los impuestos a los combustibles, medida que había sido postergada en meses anteriores.

Según fuentes del sector, en los primeros días de agosto podría producirse una nueva suba, impulsada por la necesidad de mantener el margen de rentabilidad de las compañías y de acompañar la inflación general. Sin embargo, la decisión final dependerá de factores como la cotización del dólar, los costos logísticos, el precio del barril Brent y la carga tributaria que aún resta actualizar.

Por ahora, YPF –que suele marcar el ritmo del mercado– no realizó anuncios oficiales, pero desde el resto de las compañías (Shell, Axion, Puma) ya preparan sus estrategias para adaptarse a los próximos movimientos.

Los especialistas advierten que los aumentos en los combustibles tienen un efecto cascada sobre toda la economía, especialmente en el transporte, la logística y los precios de los alimentos. Por eso, la expectativa se centra en el comportamiento del Gobierno, que debe equilibrar la necesidad de ingresos fiscales con el impacto social de las subas.

Agosto también llegará con incrementos en otros rubros clave como el transporte público, la medicina prepaga, los servicios de telefonía e internet y los contratos de alquiler, lo que complica aún más el bolsillo de los argentinos.

Mientras tanto, los automovilistas y usuarios de transporte observan con preocupación el panorama, conscientes de que cada nuevo ajuste en los surtidores se traduce en mayores dificultades para llegar a fin de mes.