Piden más certezas en el etiquetado de los alimentos
Edición Impresa | 8 de Julio de 2025 | 03:45

Garantizar el derecho a la salud y la más completa información en el etiquetado frontal de los alimentos –que puede identificar el exceso de nutrientes críticos en los alimentos envasados y bebidas sin alcohol, como azúcares, sodios, grasas saturadas y calorías, entre otras referencias- se encuentran contemplados en la ley nacional 27.642 y en otra serie de normas.
Sin embargo, ahora, nutricionistas de nuestra región y otros especialistas plantearon objeciones a las últimas reformas impuestas por el Gobierno a la ley de rotulado frontal que “constituyen un retroceso a la salud y al derecho a una buena información”.
A su entender, uno de los puntos más controvertidos de la nueva normativa radica en la reducción de los sellos de advertencia. Y es que la disposición 11362/2024 de la ANMAT establece que el cálculo de nutrientes críticos (grasas, azúcares, sodio y calorías) se base exclusivamente en los ingredientes añadidos durante el proceso de producción. Esto significa que los nutrientes presentes de forma natural en los alimentos, los llamados “nutrientes intrínsecos”, quedan excluidos de la información que recibe el consumidor.
En la nota publicada en este diario, el Colegio de Nutricionistas bonaerense sostuvo que este cambio lleva a situaciones paradójicas. Por ejemplo, productos como la manteca, con un alto contenido de grasa intrínseca, quedan exentos de sellos de advertencia si no se les añade sodio u otros aditivos.
En cuanto a los sellos de advertencia para edulcorantes, la nueva disposición indica que sólo son obligatorios cuando el aditivo tenga función edulcorante. Si se utiliza con otras funciones, la declaración no sería obligatoria, lo que genera dudas sobre la transparencia en la composición de los alimentos.
Los especialistas están alertando que en no pocos envases se advierten diversas maniobras que permiten esquivar el mandato legal de brindar al público información cabal sobre lo que consume.
Vinculado estrechamente al problema del correcto etiquetado de los alimentos, diversas y coincidentes fuentes médicas subrayan que es imprescindible favorecer la alimentación segura desde edades tempranas. La mala alimentación, el consumo excesivo de comidas ricas en hidratos y carbonos, la adicción a las golosinas y a las llamadas comidas basura, así como el sedentarismo influyen decisivamente, junto a los factores genéticos, en la propagación de la obesidad. De allí la importancia de una identificación ajustada a la naturaleza del producto que se consume.
Como en tantas otras enfermedades, resulta necesario, entonces, que se promuevan -especialmente desde los ámbitos oficiales de salud- distintos programas de prevención así como también intensas campañas de control sobre las fábricas productoras de alimento, concientizando a la población sobre este problema. Y, desde luego, contar con una legislación transparente en este tema.
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