Estudiantes y una caída tan contundente como dolorosa

LIMA, Perú (Enviado especial).- Estudiantes encontró anoche aquí la horma de su zapato. Alianza Lima, como ningún otro equipo en mucho tiempo, le dio una lección de juego y contundencia para despacharlo con un 4-1 lapidario, en su primera salida en el Grupo 3 de la Copa Libertadores.

Con tres goles del incontenible Wílmer Aguirre y otro del no menos efectivo José Carlos Fernández, los peruanos dejaron con las manos vacías a los albirrojos que, en el amanecer del partido (apenas 8 segundos) se había puesto en ventaja a través de José Sosa.

Alianza es ahora el líder del grupo con 6 puntos. estudiantes tiene 3 por su triunfo ante el también peruano Juan Aurich.

Desde siempre, Perú ha sido una escala imposible para Estudiantes porque, de cuatro partidos jugados, perdió tres y empató uno.

Más allá de que Estudiantes golpeó rapidísimo (8''), con ese gol casi-record de José Sosa, que aprovechó un error compartido entre Edgar González y Vidal Sosa, no lo pudo desconcertar a Alianza Lima.

Lo dejó hacer, y el local, de a poco, fue encontrando no solamente su fútbol sino la manera de atacarlo a los albirrojos. Resultaron clave los pelotazos largos para los puntas y para los volantes-laterales, que terminaron desnudándole al equipo de Sabella, como nunca, graves problemas defensivos.

Pero la gran pesadilla resultó Wílmer Aguirre, que con su velocidad y determinación, como notable resolución, siempre tuvo a mal traer al fondo visitante.

Hizo todo bien el delantero y, por eso, el conjunto peruano se fue al descanso ganando 2-1. Pesó, sin duda, el hecho de que Estudiantes, en ventaja, no lo apretó más al conjunto limeño, y éste reaccionó de manera sorpresiva.

A los 17', tras una carrera por derecha, Aguirre entró al área, enganchó ante Desábato, que pasó de largo, y luego con un derechazo alto al primer palo puso el empate transitorio.

Luego, el árbitro venezolano Escalante pasaría a desempeñar un rol fundamental en el trámite, porque no sancionó un claro penal de Verón (mano) en su propia área, y le anuló mal un legítimo gol a José Carlos Fernández (había resuelto mandando la pelota por sobre Orión a la red) por una posición adelantada que no existió.

Además, lo expulsó al técnico Costas por protestas reiteradas y, tras cartón, tras un rechazo largo de Edgar González (en junio debe volver a Estudiantes), le permitió a Aguirre escapar al control de Clemente Rodríguez, burlar en la puerta del área con gambeta hacia la derecha a Braña y luego, con remate bajo que se filtró por entre las piernas de Orión, clavó el 2-1 en el alma de Estudiantes.

El gran pecado de la visita fue, luego del gol de Sosa (tras un rebote se llevó el balón, corrió varios metros, burló con enganche de derecha al arquero Libman para tocar a la red con zurda) no sacar provecho de las chances que tuvo, como una media vuelta de Boselli que se fue lejos y un mano a mano de Pérez con Lidman, pero el arquero le tapó el remate de gol en dos oportunidades.

Estudiantes siguió perdido y errático. Desconectado, impreciso, con fallas de estructuras notorias. Y peleado con la pelota. Y por eso la derrota se decantó por su propio peso.

Con carácter y juego rápido, acertó Alianza otra vez a los 29', nuevamente vía Aguirre que escapó otra vez al control del Chavo y luego, ante el cruce de Cellay, sacó un zurdazo cruzado al palo izquierdo de Orión.

El tres a uno no aquietó a los peruanos, que a los 38' llegó al cuarto cuando, por derecha, Aguirre, de aire, le puso una pelota en el primer palo a Fernández que, también de aire, empaló el balón para ponerla arriba, contra el palo izquierdo de Orión.

El campeón de América faltó anoche a la cita y Alianza Lima le propinó una derrota tan contundente como dolorosa. Todo lo que a los peruanos le salió bien, le funcionó mal a Estudiantes, que tuvo que arrodillarse ante un rival claramente superior.