Treinta tortas y decenas de postres a la basura

“Edelap, con la comida no se jode”, decía ayer, pasado el mediodía, un cartel que colocó en la vidriera de la panadería de 17 y 54 su propietaria, Lorena Coco, luego de decidir cerrar el negocio porque después de 15 horas sin luz y sin perspectivas de que el servicio se restablezca estaba todo perdido, desde las elaboraciones frescas que se pudrieron por la falta de funcionamiento de las heladeras hasta las ventas que no pudieron concretarse porque dependían, también, de la corriente eléctrica, interrumpida en ese barrio desde anteayer a las diez de la noche.

“En enero pasado vivimos un desastre. Estuvimos dos días sin luz y nos obligaron a protestar en la calle por toda la mercadería que estábamos perdiendo. Ahora parece que vamos en el mismo camino, porque tuve que poner en la basura todas las tortas de la heladera, que estaba largando un olor insoportable”, planteó, entre indignada y angustiada por la situación, Coco.

La comerciante vivió ayer una de las peores jornadas laborales de su vida. Además de que promediando la mañana ya daba por perdida una treintena de tortas, varias planchas de miga y numerosos postres se había quedado sin vender los alrededor de 200 sandwichs que vende por día, porque sin el funcionamiento de la cortadora de fiambres no los pudo despachar.