No sé si hay arreglo

MONICA ROSSI

“Vivo en City Bell y el martes de la tormenta no abrí por el feriado. Recién pude llegar al día siguiente y en moto”, relató Mónica Rossi, dueña de una casa de pastas que ahora está literalmente destrozada. “Las 4 heladeras estaban dadas vuelta, al igual que el mostrador. Además se rompieron tres vidrios. Es que entró un metro y medio de agua. ¿La mercadería? Se perdió por completo. Calculo que, sólo en materia prima, perdí unos 15 mil pesos”, dice Mónica, mientras intenta poner un poco de orden en el local y limpiarlo tras la terrible tormenta.

“No sé todavía si las heladeras tendrán arreglo, y no puedo ni siquiera calcular el costo que podría implicar perderlas”, remarcó y añadió que “también perdí toda la documentación del negocio, los papeles y la habilitación municipal”.

Mónica Rossi
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