“Nos cuesta reaccionar sobre lo que pasó, pero de a poco salimos adelante”

“El proceso es lento, porque hasta nos cuesta reaccionar sobre lo que pasó, pero es un barrio con vecinos tan solidarios, que nos hemos dado una mano entre todos y de a poco vamos saliendo adelante”, dijo, María Cristina Rocha, todavía en esa pequeña ruta que repite una y otra vez desde la puerta de su casa a la vereda para tirar pertenencias.

La vecina de Tolosa contó que la pasó “de terror” en su casa de 524 Nº 1234, entre 7 y 8. Con una hija y una nieta en el fondo de su vivienda, zafó de las peores consecuencias porque corrió hasta ese lugar que tiene una segunda planta y todos pudieron refugiarse del diluvio.

Ahora tiene la casa electrificada y durante 4 ó 5 días no puede utilizar ningún aparato que requiera de energía, según le pidieron técnicos de Edelap. Perdió, además, muchos objetos de su vida cotidiana. Pero igual siente que, día tras días después de la tormenta, va reacomodándose.

“Es así. Muy lento, pero vamos volviendo a la vida normal”, contó la vecina de una zona en la que el temporal fue feroz y donde su hijo protagonizó el rescate de una mujer que si no era por esa decisión y ese valor se moría ahogada en el pasillo de al lado.

A pocas cuadras, Fabián Balquinta, de 518 y 7, ya se sentía ayer en pleno proceso de recuperación. Con la excepción del galpón del fondo al que todavía no entró para verificar los daños, el resto de su hogar ya estaba “casi” en buenas condiciones.

Eso sí, el resultado se debió al empeño denodado del vecino en salir adelante, después de comprar de urgencia un lavarropas (“el más barato que encontré -aclaró-, con sistema de carga vertical”) que lo usó treinta veces para terminar de poner en condiciones su ropa y la de sus padres, todo alcanzada por la implacable inundación.

En 7 y 520 el barrio también estaba en plena tarea de recomenzar con la vida normal. Esa esquina, muy golpeada por el temporal, todavía mostraba ayer algunos comercios cerrados. “Es que algunos los afectó más que a otros. Nosotros ya abrimos, porque en el salón no se arruinó mucho. Hay que hacerlo porque por el bien de todos tenemos que tratar de empezar a funcionar otra vez”, reflexionó Amanda Copello, encargada de una casa de artículos para el hogar .