El mayor desafío es atenuar la Messi-dependencia

ENFOQUE
Por EDUARDO TUCCI

Las circunstancias le han planteado al cuerpo técnico de la Selección una complicación que no figuraba en los planes y lo han obligado a la puesta en marcha de un plan de emergencia: armar el equipo sin Messi o con un aporte mínimo del mejor jugador del mundo constituye el desafío de la hora para Alejandro Sabella que deberá resolver esta eventualidad en muy poco tiempo, justo cuando las eliminatorias acaban de ingresar en la recta final.

Qué Messi es irreemplazable es tan cierto como que toda la estructura albiceleste tiene una dependencia directa con los movimientos del rosarino.

Pero ahora será el momento de buscar las fórmulas para funcionar sin ese aporte fundamental. El DT parece tener bien claro el tema y ya desde la previa contra Colombia se metió de lleno en la búsqueda de articular los engranajes que protejan la salud futbolística de un equipo que ha transitando la etapa previa al Mundial de Brasil sin sobresaltos.

En el partido del viernes en el Monumental al aporte reducido de Messi se sumaron otros aspectos para empeorar el cuadro de situación. La ausencia de Gago, como la desaparición prematura de la escena de Higuaín privaron al armado argentino de dos armas muy consistentes cuando de organizar el juego de tres cuartos de cancha hacia arriba se trata.

Frente a este panorama, el Kun Agüero estuvo certero al advertir que “todos notamos cuando no está Leo, por eso deberemos tratar de organizarnos para cubrir esa ausencia”.

Concretamente el ex jugador de Independiente -y otro de los estandartes del actual esquema de Pachorra- dio en el clavo en la imperiosa necesidad de buscar fórmulas alternativas y de contingencia basadas en el entendimiento colectivo. Seguramente en el campamento argentino debe primar por estas horas la idea de procurar un funcionamiento en bloque que sustituya el talento creativo individual que asegura con su presencia del rosarino.

Será indispensable contar con el aporte generoso de todos los que integren la zona de gestación para abastecer de la mejor manera a quienes tienen la misión de perforar la red rival.

En definitiva, el compromiso del grupo será vital para conformar una estructura basada más en el juego colectivo que en el aporte individual. El mayor desafío pasará por subsanar la orfandad goleadora padecida frente a Colombia recuperando el alto poder de fuego que ha caracterizado a este equipo en producciones anteriores.

Al entrenador le ha ido bien en el desafío que le plantea la altura y por eso en tierra ecuatoriana casi con seguridad apelará al esquema empleado en ocasión de la excursión boliviana. Para enfrentar los 2.800 metros sobre el nivel del

mar, Pachorra apelará al rendidor 5-3-2 sin conocerse a ciencia cierta el nombre de los ejecutores.

Sin Messi, la mitad de la cancha le será asignada al trío integrado por Banega, Mascherano y Di María, aunque todo estará supeditado a las últimas pruebas técnicas y estratégicas.

Es sabido que en estos partidos que deben disputarse en terrenos hostiles, climáticamente hablando, no se puede regalar ni un milímetro de condición física.

Por eso saltarán al césped los que presenten la mejor aptitud física. Todos estos desafíos nuestro equipo nacional deberá afrontarlos cuando quedan por delante sólo cuatro partidos de la etapa eliminatoria y en medio de un panorama altamente favorable para ocupar un lugar en el Copa del Mundo de Brasil.

Más allá de todas las especulaciones en torno a la conformación del equipo, lo importante es saber de antemano que en caso de vencer a Ecuador, la Argentina llegará a las 28 unidades y se asegurará el pasaje para 2014 si Venezuela y Uruguay igualan, si Perú no vence a Colombia como visitante o Chile cae ante Bolivia como local.