Giro en el área más sensible

SCIOLI AYER EN BERAZATEGUI, CON CASAL. ALLÍ ANUNCIÓ QUE DESIGNARÁ A GRANADOS EN SEGURIDAD

Por MARISA ALVAREZ

La inseguridad que se vive en la provincia de Buenos Aires, con un accionar delictivo en aumento y cada vez más violento -lo marcan las propias estadísticas oficiales-, es desde hace años la problemática más aguda y la mayor preocupación de los bonaerenses. Por eso, y como nunca antes, este tema se convirtió en el eje central de la campaña electoral en pleno desarrollo. Y ése es el marco en el que ayer Daniel Scioli resolvió un cambio de hombres en la conducción del área más sensible de su gobierno, en un giro que había resistido -las presiones fueron frecuentes en ese sentido, muchas de ellas originadas en el propio oficialismo-, desde que nombró allí a Ricardo Casal, hace tres años.

Durante la campaña para las elecciones primarias que se celebraron el 11 de agosto, prácticamente todos los armados opositores pusieron la Seguridad en el centro de sus propuestas, un modo de formular, en rigor, críticas y demandas al Gobierno en esa materia.

LA DERROTA, SEGUN LOS INTENDENTES

Pero fue el postulante del Frente Renovador Sergio Massa quien más subrayó, claramente, esta problemática en su estrategia electoral para las internas. Y fue, por lo tanto, su triunfo en esos comicios el pie que encontraron los referentes del peronismo bonaerense, y en particular los intendentes del Conurbano -a muchos de los cuales tampoco les fue nada bien en las primarias- para reclamar que el oficialismo también pusiera la inseguridad en el centro de sus propuestas y de su gestión.

Scioli consumió el lunes 12 de agosto llamando a intendentes del Frente para la Victoria que habían perdido para preguntarles cuáles eran, a su criterio, las causas de la derrota. Todos, sin excepción, pusieron la inseguridad en primer lugar.

Con la mira en las elecciones de octubre, el Gobernador comenzó a madurar, en ese mismo momento, nuevas acciones contra el delito que tuvieran rápido y fuerte impacto en la opinión pública y concluyó que una de esas medidas debía pasar por un cambio de hombres en la conducción institucional del área, que siempre implica movidas en la cúpula de la Policía.

VIA LIBRE PARA INSARRUALDE

Paralelamente, el primer candidato del oficialismo, Martín Insaurralde -que también es intendente en el Conurbano y sabe de qué hablan sus pares cuando ponen a la inseguridad en primer lugar-, y que ya había mencionado esta problemática durante la campaña como uno de “los temas pendientes” del Gobierno, comenzó a plantear, ya sin mayores delicadezas, la necesidad de medidas contra el delito. Una inquietud que no sólo conversó con Scioli sino que planteó también en la Casa Rosada, en una conversación con Cristina Kirchner en la que la Presidenta dio el visto bueno para un nuevo perfil, más “aguerrido” y con cierto tono crítico del candidato durante la campaña para octubre.

Fue en medio del rediseño de ese capítulo de la campaña del Frente para la Victoria que el gobierno nacional definió un “plan federal de Seguridad” y decidió reforzar la presencia de la Gendarmería en la Provincia, con 4 mil hombres que ahora directamente patrullarán las calles en los distritos más complicados, mientras Scioli aspira a lograr antes de las elecciones la sanción de una ley que cree la Policía Comunal, en una dura pulseada con Massa, que fue el primer intendente en proponer ese sistema y que ahora fogonea en la Legislatura su propio proyecto.

En ese contexto, el Gobernador había decidido ya la semana pasada -como lo anticipó EL DIA- desdoblar el ministerio, fijar la continuidad de Casal en Justicia y poner una cara nueva en Seguridad. Eligió a Alejandro Granados. Intendente y con fama de duro en la lucha contra el delito.