Padre e hijo condenados por un crimen a machetazos en 12 y 93

EL JUEZ ALFREDO CAPUTO TÁRTARA VOTÓ POR LA CONDENA CONTRA PADRE E HIJO POR EL CRIMEN OCURRIDO EN VILLA ELVIRA EN 2011

Un hombre acusado de haber matado a machetazos a un vecino, y el hijo del agresor -imputado como partícipe-, fueron condenados a 14 y 9 años de prisión, respectivamente, por el delito de homicidio simple, ocurrido en nuestra ciudad.

En el fallo del juicio oral y púbico, dado a conocer ayer, se dio por acreditado que en la zona de 12 y 93, “siendo aproximadamente las 22,30 del 10 de diciembre de 2011, padre e hijo dan muerte a Carlos Ledesma, luego de una pelea instada y provocada por el mayor de los agresores, iniciada en origen entre éste y la víctima, en la que -momentos después- se suma el menor de los partícipes, quien presta colaboración sin la cual su padre no habría podido cometer el hecho”.

“A resultas del hecho narrado, recibe la víctima de parte del agresor mayor, un profundo corte asestado con arma blanca, en la cara anterior de su brazo derecho, que secciona completamente la vena humeral, y de modo parcial la arteria del mismo nombre, lo cual le provoca un shock hipovolémico de gran magnitud, acarreándole un deterioro inmediato de las funciones vitales básicas, y conduciéndolo a una rápida muerte inevitable”.

La sentencia recayó sobre Rubén Quintana (47) y su hijo Alcides (21).

El menor fue imputado como co-autor, por haberle suministrado el machete homicida, a su padre, que puso fin a la pelea cortando el brazo, casi por completo, de la víctima.

En su voto, el juez del Tribunal Oral en lo Criminal IV de La Plata, Emir Caputo Tártara, que contó con la adhesión de sus pares, Lidia Moro e Inés Siro, citó como pruebas contra el imputado, conocido en el barrio como “el Chaqueño”, los relatos de testigos del hecho.

Uno de ellos narró que el Chaqueño “pasa insultando, y molestándonos a nosotros, Carlos (Ledesma) se levantó y le dio una piña, después el mayor de los Quintana pega un grito y vienen todos los familiares con palos, piedras, machetes y empezaron a tirar piedras”.

El testigo narró que luego “a mí el hijo de Quintana me dio con un caño, un fierro en la cabeza”.

“Después -agregó- empezó la pelea, arrojaban piedras a la casilla, a nosotros, mi compañero Ledesma recibe un machetazo en el brazo y empieza a perder sangre, sale corriendo”.

El juez señaló que “sobre este punto, el testigo aclaró que no pudo ver quién le pegó el machetazo a la víctima ya que el hijo de Quintana en ése momento lo golpeó en su cabeza con un fierro. No obstante precisó de inmediato que cuando recuperó la consciencia, en segundos, vio a Rubén Quintana con el machete lleno de sangre”.

Ese mismo testigo, que intervino en la pelea, finalmente contó que Ledesma salió a pegar la vuelta, todo ensangrentado y Rubén Quintana lo siguió corriendo con el machete, después dejaron de tirar piedras y se fueron porque los vecinos ya estaban alertados y llamaron a la policía”.

Para graduar la pena impuesta los jueces valoraron como agravantes sobre el mayor de los procesados el “pésimo ejemplo y proselitismo delictivo que en su calidad de progenitor desplegó en el hecho ilícito objeto de esta causa, situación que aumenta el grado del injusto penal y su reprochabilidad”.