Las escuelas técnicas ahora tendrán siete años: el último tendrán que ir a trabajar

DESDE ESTE AÑO, LOS ALUMNOS DE LAS ESCUELAS TÉCNICAS DEBERÁN REALIZAR UN SÉPTIMO AÑO DE PRÁCTICAS PARA OBTENER LA TECNICATURA. SE BUSCA ARTICULAR EL MUNDO EDUCATIVO CON EL PRODUCTIVO

El sistema educativo bonaerense estrenará este año un cambio en la enseñanza técnica que hasta las propias autoridades y los docentes de los colegios definen como “un gran salto cualitativo”. Se trata de la implementación, por primera vez en la historia, del 7° año en las escuelas de esa modalidad. Durante todo el curso lectivo, los alumnos realizarán las denominadas “prácticas profesionalizantes”. En empresas y en la escuela deberán aplicar los conocimientos adquiridos en los 6 primeros años, con el objetivo de relacionarse con el ámbito del trabajo y salir a la cancha, una vez obtenido el título de técnico, con la experiencia necesaria para no toparse con un mundo desconocido.

El director de la Escuela Técnica N° 8, Eduardo Salvatore, explicó esta fuerte modificación pedagógica en términos muy sencillos. “Antes, al empezar a trabajar nos encontrábamos con que todo era nuevo. Y debíamos recurrir al ‘archivo’ de conocimientos e ir ‘manoteando’ cosas para aplicarlas como cada uno podía. Ahora los chicos pisarán una empresa sabiendo cómo tienen que manejarse, no sólo en cuanto al trabajo propiamente dicho, sino también en términos de relaciones laborales”, describió.

El 7° año no es obligatorio, pues los alumnos reciben al terminar 6° el título de bachiller y tienen la opción de terminar allí el secundario. No obstante, en los colegios afirman que “casi todos” seguirán el 7° año para obtener la tecnicatura. Eso cambiará en el 2016. “La ley nacional estipula que, luego del 2015, el único título que se otorgará será el de técnico, para lo cual sí es imprescindible realizar las prácticas profesionalizantes”, explicó el subsecretario de Educación bonaerense, Carlos Gianella.

12.500 FUTUROS TECNICOS

Tras destacar que la provincia de Buenos Aires será la primera del país en instrumentar el séptimo año, Gianella detalló que la reforma alcanza a las 248 escuelas técnicas y a las 112 agrarias, y estimó que serán más de 12.500 los alumnos que inaugurarán esta experiencia.

Gianella indicó que “si bien el 7° aparece como una continuación del 6°, no es lo mismo”. “Se pretende que sea un año durante el cual el alumno consolide los conocimientos adquiridos mediante su aplicación, y que de ese modo conozca desde adentro el sistema de producción de bienes y servicios”, dijo y subrayó: “No se trata de pasantías, sino de prácticas con carácter educativo”.

Los estudiantes tendrán una carga horaria de 30 horas semanales, un tercio menos que durante los primeros 6 años. “Pero no sólo harán prácticas. También tendrán materias curriculares, en las que se trabajará por proyecto, donde deberán exponer lo que hicieron (en la empresa), expresar sus dudas y obtener orientación del profesor. Son asignaturas muy específicas”, explicó el director del industrial Albert Thomas, Jorge Mattia.

Un dato a tener en cuenta es que los cargos docentes en esas materias se definen por concurso, subrayaron los directivos.

Una regla que contemplan los convenios entre escuelas y empresas establece que “el docente que se encargará de evaluar al alumno podrá ingresar a sus instalaciones”. “Y podrá hacerlo en cualquier momento y sin que el chico sepa que es el supervisor, con el fin de que la evaluación sea espontánea”, apuntó Mattia.

EMPRESAS Y UNIVERSIDADES

La cartera educativa ya firmó convenios con importantes automotrices, con cámaras empresariales, con cooperativas de servicios y con Pymes. “Pero también con universidades, básicamente con la Tecnológica (UTN) y con las facultades de ingeniería, ya que las prácticas se podrán hacer en ese ámbito”, aclaró Gianella, y remarcó que “si bien al obtener el título de bachiller al finalizar 6° año el alumno podrá iniciar el 7° en la escuela y al mismo tiempo la carrera universitaria que quiera, se hará especial hincapié en las ingenierías porque el país necesita de esos profesionales para ampliar su competitividad”, sostuvo el funcionario.

“Es una apuesta grande. Todo un desafío. Porque implica la formación integral de los futuros técnicos”, opinó Salvatore, para contar que en la Técnica 8 ya tienen dos proyectos para la especialidad Electromecánica (uno en ascensores y otro en electrodomésticos) y uno de construcción en seco para Construcciones.

El director destacó que “siempre pensamos en la preparación para el mercado laboral, pero fundamentalmente en fomentar el espíritu emprendedor. El joven debe salir con los conocimientos necesarios para poner en marcha una microempresa, tanto desde el punto de vista legal como en materia de marketing y comercialización”.

En ese marco opinó que “todos, alumnos, directivos y profesores, tenemos que estar a la altura de las circunstancias. El 7° no es un año más, sino uno con una impronta propia, de contextualización y cierre de todo lo aprendido”, realzó.

Mattia adelantó que “esta semana cerraremos varios convenios con empresas”, a la vez que apostó a que este cambio sirva para “terminar con la limitación que implica para los chicos el temor a la hora de saltar al mundo del trabajo”.

Gianella, en tanto, dijo que “este año vamos a aprender todos juntos”. Y finalizó: “La escuela técnica tiene mística, hay que terminar de recuperarla para que contagie al resto”.