Dolor y reclamo en el adiós

LOS DETENIDOS EN LA SEDE POLICIAL DE 61 ENTRE 12 Y 13, PERTENECIENTE A LA DDI LA PLATA. LOS ATRAPARON POR LA MADRUGADA EN LA PLAZA DE 19 Y 60, DONDE CURIOSAMENTE AGUARDABAN EL ARRIBO DE UN ALLEGADO PARA QUE LES EXPLIQUE EL ESTADO DE LA CAUSA

Se sentían cercados por la Policía. Y desde la noche del último domingo ya corrían fuertes rumores de que, de un momento a otro, podían ponerse a disposición de las autoridades que investigan el crimen salvaje del joven rugbier platense, Juan Pedro Tuculet (19).

Se trata de las tres personas sospechadas de tener vinculación con la persecución mortal por Villa Elisa, que no deja de provocar consternación y dolor en distintos ámbitos de la Ciudad.

De acuerdo al reporte oficial, un allegado a los acusados se presentó ayer a la madrugada en la sede de la DDI local, ubicada en 61 entre 12 y 13, para conocer más en detalle el estado de la causa.

Se supo que esa persona alguna información se llevó, aunque los pesquisas, ante la presunción cierta de que iba a reunirse con los imputados, para transmitirle los datos que acababa de recabar, decidieron no perderle pisada apenas se retiró del edificio policial.

Así, pocos instantes después, en la plaza de 19 y 60 se encontraron con los presuntos homicidas, quienes no tuvieron más remedio que entregarse.

Fuentes del caso identificaron a los detenidos como Pablo Arriarán (29), su hermano Matías Arriarán (19) y Emanuel Alexis Laborda (18), todos con domicilio en la localidad donde ocurrió el trágico suceso.

Los voceros consultados detallaron que la jueza de garantías Marcela Garmendia, a pedido del fiscal que interviene en el hecho, Marcelo Martini, les ordenó la detención a los tres por el delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”.

Precisamente, en relación a esos cargos, en la mañana de hoy serán indagados en el edificio de las fiscalías platenses.

DOS AUTORES MATERIALES Y UN PARTICIPE NECESARIO

Un informante de tribunales mencionó a EL DIA que el fiscal Martini, de acuerdo a la prueba reunida en el expediente y, más allá de que todavía no se logró certificar quién fue el autor del disparo mortal, “consideró a los hermanos Arriarán como supuestos autores materiales del caso”, mientras que Laborda sería “partícipe necesario”.

Sin embargo, familiares de los ahora detenidos brindaron otra versión de los hechos, aunque sí habrían reconocido que estuvieron en la escena del crimen (ver aparte).

Respecto del coche en que se desplazaban los sospechosos, los voceros explicaron que fue localizado en inmediaciones del Aeroparque Jorge Newbery y desde allí trasladado a La Plata para que ser peritado en Policía Científica.

Entre las hipótesis que se manejan en torno al hecho, como se adelantó en nuestra edición anterior, para los investigadores la del robo “está prácticamente descartada”.

En ese sentido, quedarían dos en pie: la del incidente previo con los autores del homicidio o la del crimen por error.

Está última es la más firme, tanto para la Policía como para la propia familia de la víctima.

Tan es así que ayer trascendió que, el miércoles anterior al crimen de Tuculet, se había registrado un aparente incidente en un taller mecánico de camino General Belgrano entre 416 y 417, que sería propiedad de los hermanos Arriarán, quienes, siempre a decir de los voceros consultados, salieron a buscar un Fiat Uno blanco, ya que testigos del hecho les comentaron haber visto alejarse del lugar a un rodado de esas características.

La pregunta aquí es por demás lógica: ¿por qué razón se perpetró el salvaje ataque dos días después del aquél episodio, de circunstancias confusas? y ¿con qué elementos entendieron que los dos jóvenes que ubicaron en la estación de Arana y Belgrano eran los que querían encontrar? La respuesta la tiene Sahora la Justicia.

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