El jugador de los 100 millones de dólares

Por EDUARDO TUCCI

No resulta ninguna novedad que el deporte mueve millones en todo el mundo y a través de sus diferentes especialidades. Resulta muy común que al hacerse referencia a algunas de las figuras que se destacan en los rubros deportivos más populares, se entrelacen en el análisis los méritos personales con las cifras de dinero descomunales que se mueven alrededor de cada uno de ellos.

Hay un argentino que se mantiene al tope en eso de combinar éxitos con ganancias siderales. Ni Messi, ni Del Potro -dos de las figuras que han llegado a la cúspide del deporte a nivel mundial- igualan por estas horas a Emanuel David Ginóbili, el basquetbolista de 35 años que se apresta a superar los 100 millones de dólares de ganancias, después de anunciar hace pocos días que continuará dos temporadas más defendiendo los colores de San Antonio en la NBA, la liga más competitiva del mundo.

Esos 24 meses, de acuerdo a una investigación periodística difundida en las últimas horas, le permitirán al extraordinario jugador bahiense, colmado de gloria y prestigio, llegar a ser el deportista argentino mejor remunerado del momento.

El hombre que nos ha deleitado tanto desde la NBA como con sus intervenciones en la selección nacional empezó de muy abajo y vale la pena recordar el itinerario que ha recorrido hasta llegar al podio del deporte mundial.

EL PRIMER SUELDO

A los 18 años embolsó su primer sueldo: mil pesos por mes por defender la camiseta de Andino de La Rioja en la Liga Nacional de 1995. El 1,98 de altura y sus condiciones empezaron a sobresalir y su nombre se fue haciendo familiar a la hora de los elogios.

Tuvo suerte y poco tiempo después fue convocado por Estudiantes de su ciudad natal, rampa de lanzamiento para el salto definitivo al básquet grande. Pese a que ya empezaban a mencionarlo importantes equipos europeos durante su estadía en el equipo “pincha” de Bahía, el dinero no sobraba y era común verlo llegar a bordo de su bicicleta para entrenar en el estadio Osvaldo Casanova.

En 1998 sobrevino la gran oportunidad y la plata importante cuando fue convocado desde el Reggio Calabria italiano, que le ofreció 750 mil dólares por tres años.

Dos años después surgió el Kinder Bologna que, previo pago de 2.800.000 dólares, se llevó al Manu para jugar tres temporadas, durante las cuales fue campeón de la Euroliga, además de ser elegido como el “Jugador Más Valioso” de la final en el año 2001.

Europa lo colmó de elogios (conquistó dos Copas Italia y una Liga Italiana) y los ecos de esa campaña no tardaron en llegar a la NBA, el sitio añorado por todos.

FAMA Y DINERO

Una vez instalado en ese círculo supremo del básquetbol mundial la fama y el dinero empezaron a asociarse al excelente jugador del sur bonaerense.

En su primera temporada en los Spurs (2002-2003) el argentino recibió 1.325.000 dólares y un año después esa cifra creció casi 200 mil dólares más.

La escalada fue meteórica y tres años después, luego de ser confirmado como una de las figuras de su equipo, junto a Tim Duncan y el francés Tony Parker, alcanzó una remuneración superior: 6.603.500 dólares.

En la temporada 2008/09, instalado como una de las figuras relevantes de la liga estadounidense, los ingresos del extraordinario jugador argentino llegaron a los 10.728.130 dólares.

Manu no dejó de crecer y ya en la temporada 2011/12, el contrato para asegurarse su magia crecía hasta los 12.981.038.

Así llegamos a estos días, cuando el astro argentino está muy cerca de sumar los 100 millones de dólares en el conjunto de Texas, con el que obtuvo los tres hermosos anillos de campeonato y esto sin contar los montos que percibe por las empresas que lo patrocinan, como Nike, Gatorade, Proscter & Gamble, Aeropuertos 2000 y Volkswagen, entre otras.

Manu Ginóbili, un fenómeno de estos tiempos también los mira desde arriba a todos cuando de ganancias se habla.