Aerolíneas: investigan coimas en compra de aviones

UNO DE LOS AVIONES EMBRAER QUE VUELA AUSTRAL

El juez federal Sergio Torres investiga un posible pago de coimas para funcionarios argentinos en la adquisición de 20 aviones brasileños Embraer y por eso solicitó documentación a la Comisión Nacional de Valores norteamericana.

Según trascendió ayer, Torres tiene a su cargo la investigación judicial sobre una sospechada compra de aviones realizada por Aerolíneas Argentinas en 2009. En ese expediente se trata de comprobar si en mayo de ese año, cuando Ricardo Jaime tenía a su cargo la Secretaría de Transporte, se pagaron coimas por la compra de 20 naves adquiridas por Aerolíneas a la empresa brasileña Embraer, la tercera fabricante de aviones del mundo. La compañía argentina era presidida en ese tiempo por el actual ministro de Justicia, Julio Alak.

A finales de 2011 el diario paulista Valor Económico publicó que el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Securities Exchange Commission (SEC), que controla las operaciones de las empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York, abrió una investigación contra Embraer por sospechas de corrupción y presunto pago de coimas a cinco países, entre ellos Argentina.

Las compañías que operan en los Estados Unidos deben respetar la llamada Foreign Corrupt Practices Act que castiga a empresas, sean nacionales o del exterior, que sobornen funcionarios para hacer negocios.

COMUNICADO DE EMBRAER

La compañía brasileña, en un comunicado, admitió ayer ante la SEC haber comenzado una investigación interna para determinar si hubo “prácticas corruptas” en operaciones. Sin embargo, negó cualquier irregularidad: “Con respeto a las informaciones publicadas en la prensa argentina que envuelven el nombre de Embraer, la empresa refuta categóricamente las acusaciones sobre cualquier irregularidad en el proceso de venta de aviones a Austral Líneas Aéreas”, declaró la Asesoría de Prensa de la fabricante brasileña.

Según la información publicada en matutinos porteños, existió una “supervaloración de 4,9 millones de dólares por cada avión”, en la compra de veinte aeronaves en 2009, “en un negocio que también involucraría al actual ministro argentino de Planificación, Julio De Vido”.