En buenas manos

El ritmo frenético de la vida cotidiana y el estrés tecnológico al que estamos sometidos nos obligan a hacer un alto en el camino y a robar unas horas a la agenda para aliviar tensiones y disfrutar del momento hedonista que procura un buen masaje.

La maderoterapia es una de las últimas técnicas para modelar el cuerpo, una novedad en masajes reductores. Se trata de un tratamiento reductor y reafirmante en el que se usan instrumentos de madera impregnados en aceites esenciales.

Este protocolo está indicado para tratar la celulitis, reafirmar, tonificar, reducir medidas y tornear el cuerpo. En la sesión, que suele durar alrededor de 20 minutos e incluye una infusión de té antes de comenzar para conseguir un efecto diurético mayor, se utilizan el rodillo liso, el rodillo estriado, el rodillo de cubos, la tabla modeladora y la copa sueca.

Por otro lado, se puede optar por la maderoterapia facial para reafirmar la piel de rostro y el cuello, muy indicado para papadas. De esta manera, se consigue aumentar la oxigenación del cerebro, reducir la papada y alisar las líneas de expresión.

CON MINERALES Y ANTIOXIDANTES

Un baño mineral templado aplicado en la espalda, el cuello y los hombros para liberar tensiones y rigidez muscular es otra buena alternativa del relax. Puede complementarse con tratamientos exfoliantes con arena negra y aceites aromáticos para eliminar las células muertas, que concluye con un masaje aromático relajante.

En algunos spa, el tratamiento estrella son los masajes y circuitos termales con las propiedades antioxidantes de la uva roja, que previene el envejecimiento prematuro de la piel; otros ofrecen un exquisito exfoliante corporal con polvos de diamante, una envoltura perlada y un ritual facial con vitamina C y colágeno. Se termina con un dulce masaje de algodón y aceites de esencias que aportará suavidad a la dermis.

ELIMINAN EL ESTReS TECNOLÓGICO

Dado que uno de los factores que más influyen actualmente sobre nuestra salud es el conocido estrés tecnológico, algunos hoteles con spa proponen la “desintoxicación del mundo 2.0”, un novedoso tratamiento para desconectar del teléfono móvil y la notebook.

Durante siete días se elimina la tensión tecnológica con un programa de desconexión físico, mental y tecnológico. A la llegada al lugar, se deja el teléfono móvil y todos los aparatos tecnológicos y se comienza con una secuencia de circuitos de aguas y masajes tonificantes con aceites naturales, además de actividades como yoga o thai chi.

Para aliviar las contracturas de la espalda, el cuello y de los brazos por el continuo uso de los smartphones, se realizan masajes con diferentes técnicas de digitopresión, rotaciones, estiramientos y amasamientos.

Inolvidables y muy relajantes resultan los masajes a cuatro manos, en el que dos terapeutas trabajan al mismo tiempo y combinan cinco tipos de masajes: el shiatsu, el japonés, el tailandés, el hawaiano Lomi Lomi, el sueco y el balines. Esta técnica se realiza con aceites esenciales que ayudan a calmar el sistema nervioso, calentar y relajar el tejido muscular.