No cesa el dolor en Los Hornos por la tragedia de los jubilados

LAUTARO, VIVE EN EL BARRIO DE LA TRAGEDIA. AYER LE CONTÓ A EL DIA QUE ESCUCHÓ “UNA EXPLOSIÓN FUERTE”, AUNQUE NUNCA SE IMAGINÓ LO QUE HABÍA PASADO EN LA CASA DE LA FAMILIA RAMAL

Dos muertes absurdas. Un trágico destino para dos personas que, prácticamente, estuvieron juntas toda la vida y terminaron muriendo, tal vez, sin darse cuenta.

Por eso tanto dolor, tanta angustia, tanta impotencia. Preguntas y más preguntas. Una fórmula poco exitosa para explicar lo inexplicable.

Don Eloy Damián Ramal (87) y, Doña Alba Matilde Basseti (80), estuvieron casados durante 50 años. Y ambos fallecieron, el jueves pasado, en una vivienda de Los Hornos, cuando un principio de incendio, en silencio, los envolvió en una trampa, que resultó mortal.

Puede ser que a simple vista el barrio no parezca haber cambiado. Hacía mucho tiempo que los vecinos prácticamente no los veían andar por la calle.

Aunque sí estaban acostumbrados a encontrarlos sentados en el patio delantero de su casa, de la calle 134 entre 58 y 59.

Sin dudas, a quienes mantienen el recuerdo de ambos les será difícil pasar por la vereda, girar la cabeza y no poder saludarlos.

A pesar de estar hundidos en el medio de una tragedia, los familiares tuvieron que encargarse de un duro trance como realizar los trámites con la Policía, recibir a los peritos que analizaron la escena del hecho y encarar los primeros trabajos de limpieza de la casa, que quedó con sus paredes renegridas por el humo.

ERAN COMERCIANTES

En sus años de trabajo, el matrimonio se dedicaba al comercio: eran los encargados de un local, que funcionaba en el barrio del Parque Saavedra.

Eloy sufría de una discapacidad motriz desde hacía algunos años, que lo obligaba a movilizarse en una silla de ruedas, según le contaron a este diario en el barrio. Fue por ese motivo que el hombre permanecía todo el tiempo en su domicilio.

Su esposa Alba se mantuvo siempre con él, acompañándolo ante cada necesidad y por eso, para quienes viven en la cuadra, era “extraño verlos en la calle”, haciendo mandados o visitando a sus conocidos.

Lautaro (19), un joven que vive frente a la casa de los jubilados, recordó respecto del incendio que “por su edad, no tenían manera de poder defenderse o ponerse a salvo cuando empezó todo”.

Por motivos laborales, su hijo no podía encargarse de cuidarlos durante todo el día. Es por esa razón que los jubilados permanecían solos varias horas, según afirmó otra vecina del barrio.

El comienzo de este episodio trágico fue cuando, en un presunto cortocircuito que se produjo dentro de un televisor el artefacto comenzó a liberar gases tóxicos.

Hasta ahora, todo está siendo investigado por los pesquisas.

Los resultados de esos estudios serán esenciales para corroborar si, como se había dado a trascender en un primer momento, el fuego se originó cuando una vela encendida arriba del televisor provocó que el electrodoméstico se quemara.

“La casa no quedó tan afectada, porque el incendio no fue de gran magnitud. El principal ambiente dañado fue la cocina. Todas las paredes de la vivienda presentaban ahumamiento”, enumeraron los policías que intervinieron en el hecho. Todavía resta ponerle palabras al dolor, que por estas horas golpea a la familia y a todo un barrio.